Las comunidades bellas aquí a la vuelta de Zacatecas

ZACATECAS.- La belleza de este municipio es innegable, pero no todo lo bonito que se tienen que ofrecer está en el mero Centro Histórico y sus alrededores que son donde toda la raza se reúne a echar la hueva, pues también hay otros lugares más tranquilos y al aire libre en sus comunidades cercanas.

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Para todos los amantes del aire limpio y los paisajes hermosos, puede llegar a valer mucho tener un lugar donde por un ratito no se escuchen las rutas y los coches en su ir y venir.

Y lo mejor de todo es que para aislarse un ratito de tanto barullo no es necesario irse tan lejos, pues, si usted vive en el mero Centro de Zacatecas tiene acceso a varias comunidades y localidades cercanas a la capital.

Todo este lugar destaca sobre todo por sus paisajes y pintorescas calles, como si en ellas el tiempo sucediera más lento; no deje de pegarle una visita a los siguientes pueblos que están muy cerca, para que se tome una caguama en la calle y unos tacuaches de la doña pelos de la región.

Entre las comunidades que destacan en los alrededores está El Maguey, en la cual existió una hacienda en el siglo 19, lo cual quiere decir que existió entre 1800 y 1899; esta hacienda en su momento detonó el desarrollo de del ejido de ahí.

Otro lugar muy chulo para visitar es Calerilla, otra población perteneciente al municipio, donde parece que el tiempo se detuvo y destaca por el colorido de sus calles, así como el verde de sus árboles, lo mismo que en El Visitador que está al ladito… ande otro lugar bonito ahí en nada.

Puede ir al Orito, Miguel Hidalgo o Cieneguillas, otras comunidades de Zacatecas

Localizada al oeste a tan sólo 19 kilómetros, se encuentra Miguel Hidalgo, si no tiene coche pa’ ir en bici llega en un par de horitas, nomás. Ahí está la localidad que tiene sus calles anchas muy notorias, y en la carretera que la une con el Maguey se pueden ver aves rapaces sobre el asfalto, lo que le da su toque muy peculiar.

Otro poblado cercano a la mancha urbana es el de Cieneguillas, donde los paisajes resaltan por los campos de girasoles que, con su amarillo intenso dan ese retoque de pueblito chulo.

Y fíjese, estimado lector, que la ciudad ha crecido mucho; un ejemplo de ello es El Orito, que ahora es una colonia que se adhirió a la zona urbana, pero en sus viejas casas de adobe puede observarse lo que un día fue esta población en la que abundaban las huertas de peras, membrillos y duraznos.

Los atardeceres con sus puestas de sol, son dignos de admirarse, dando un hermoso contraste al paisaje, sólo hay que buscar el lugar adecuado para disfrutarlos.

Los zacatecanos tenemos muchos lugares bellos cerca de la ciudad que se prestan para conocer y salir de la rutina; también para aprender un poco de la historia de lo que en su día fueron estas poblaciones.

No deje de reconocer los bellos paisajes que nuestra tierra nos ofrece, así como tampoco ponga sobre la balanza la capital por encima de las bellas comunidades que deleitaron a nuestros antepasados al mirar al horizonte.

Así que ya se la sábana, el próximo fin que quiera andar en moto, bici o en su nave, agarre un par de morlacos y póngase a dar un rol sabrosón por estas comunidades que están a la vuelta de la esquina.