Se enfrentan zurdos a mundo de diestros

Aleissa  aprendió a manejar la mano derecha mientras estudiaba Enfermería. Foto: Cortesía.
Aleissa aprendió a manejar la mano derecha mientras estudiaba Enfermería. Foto: Cortesía.

Se enfrentan a retos y dificultades; desde escribir en las libretas, el uso de las tijeras y las butacas.

ZACATECAS.- Desde 1976, cada 13 de agosto se celebra el Día Internacional del Zurdo, con el objetivo de dar a conocer las dificultades a las que se enfrentan los zurdos y los tabúes de los que han sido víctimas a lo largo de la historia.

Se estima que en el mundo el 10% de la población es zurda; de acuerdo con la Universidad Autónoma de México (UNAM) en el país, aproximadamente hay 13 millones de zurdos.

Según la UNAM, los zurdos se pueden dividir en tres categorías: los verdaderos, quienes utilizan el lado izquierdo del cuerpo; los falsos, que utilizan ese hemisferio debido a un accidente, trauma cerebral o enfermedad y los contrariados, en esta categoría entran los que fueron corregidos u obligados a usar la mano derecha, (los ambidiestros entran en esta categoría).

Aleissa tiene 23 años y acaba de terminar su Licenciatura en Enfermería, desde pequeña empezó a usar más su mano izquierda, por lo que sus papás supieron que su hija era zurda.

A lo largo de su vida se ha enfrentado a retos y dificultades por ser zurda; desde pequeña el escribir en las libretas era un martirio hasta que aprendió a vivir con ello, las tijeras y el manejo de cuchillo también fue una actividad difícil de desarrollar, lo mismo pasó con las butacas.

No fue hasta que mientras estudiaba la licenciatura aprendió a manejar su mano derecha para realizar procedimientos médicos como canalizar a un paciente, tomar muestras de sangre e incluso para manejar algunos instrumentos.

“Tuve que aprender, nunca he sufrido discriminación, pero la mayoría de las cosas están hechas para los diestros”, dijo la joven.

Aleissa está próxima a entrar a su Servicio Social, afortunadamente lo realizará en un hospital de la zona conurbada; sin embargo, es consciente de que se enfrentará a una serie de retos para poder desempeñar su trabajo, algo a lo que ya está acostumbrada y ve con optimismo.

“No hay más qué hacer, de repente se te olvida y haces las cosas a tu manera, no tiene nada de malo en eso, soy zurda y me gusta”, aseguró.