Recuento de los desaparecidos de Malpaso

Este es un recuento de todo lo que se sabe hasta ahora de la desaparición y muerte de los jóvenes de Malpaso

Toda historia tiene un final. Si es una comedia acaba con una boda y si, como este caso, es una tragedia, acaba con un funeral, o más bien, seis. Así es, este es un recuento de los hechos ocurridos en Malpaso, donde siete jóvenes estuvieron desaparecidos cerca de cuatro días hasta que finalmente aparecieron.
Como bien ha de saber a estas alturas, todo empezó la media noche del domingo 24 de septiembre de 2023. Cuando dormidos en sus casas, unos hombres armados llegaron tumbando puertas para llevárselos descalzos a emprender su funesto periplo.


Tal como contaron los allegados a esos jóvenes desaparecidos, todo pasó en la madrugada en el rancho del Potrerito, en la comunidad de Malpaso, Villanueva. En el lugar se habían reunidos todos a celebrar una fiesta horas antes y ahí mismo tenían pensado dormir.
El lugar estaba a oscuras y a plena intemperie, en completa indefensión. No lo sabían pero estaban puestos a merced de los captores. Fue a la media noche en que llegaron esos hombres armados, e irrumpieron ahí, en los dormitorios, alumbrados con las débiles linternas de sus teléfonos.

Se los llevaron descalzos

Entraron a las habitaciones amagando a los adultos con sus armas, pronto entraron a las habitaciones de los muchachos separando a los jóvenes de las mujeres, alistándolos en fila. Como cuidando no dejar a nadie.Una voz fuerte atronó dando la orden “no se metan con las mujeres” y el resto de los hombres armados obedeció llevándolos recién levantados a todos hacia una camioneta.


Uno de los tipos armados se volvió exigiendo a los adultos otro transporte, encañonó al hombre en amenaza y sin chistar alguien en la finca le llevó las llaves. Y así como irrumpieron de forma ruidosa en medio de la oscuridad, se fueron del sitio dejando atrás nada más que llantos y a lo lejos disparos al aire, tiros que sin dudas también escucharon en la Unidades Regionales de Servicio la UNIRSE y que no hizo nada para detenerlo estando a escasos metros del lugar.


Esa es la escena que describen los padres de los ahora muertos, quienes con impotencia, se sintieron a su suerte, y quienes se vieron obligados a salir a defender el honor de sus hijos, pues luego del secuestro, en redes sociales circularon vídeos de ellos amagados por sus captores “confesando” una filiación a un grupo de delincuencia organizada. Una de las madres salió a sostener que eso era mentira y que en el lugar de donde fueron sustraídos los chicos no había ni armas, ni drogas. Y finalmente, pidió que le regresaran a sus hijos con bien, ya que eran gente humilde y trabajadora.

La toma de la UNIRS

El lunes fue cuando trascendieron los rostros y nombres de los seis muchachos, diseminados en las fichas de búsqueda que inundaron las noticias. Sus nombres eran Jorge Alberto de 14 años, Óscar Ernesto de 15 años, Héctor Alejandro y Diego Rodríguez de 17 años, Sergio Yobani, Gumaro Santacruz y Jesús Manuel de 18 años.
Por los seis se pidió respuesta y en la desesperación de ver que no aparecían, durante las mañanas del martes y el miércoles, los familiares de los chicos se plantaron en los dos lados de la Carretera Federal número 54 en la UNIRSE de Malpaso donde exigieron a toda autoridad la ayuda para que los regresaran a sus hijos.
Todos habían confiado en el gobierno y las autoridad policial, aunque no sin temor porque esos hombres armados los amenazaron con que no buscaran ayuda de la policía.


Un tiroteo

El miércoles 27 de septiembre fue cuando finalmente los encontraron, luego de un encontronazo en Genaro Codina, en el que dieron con un testigo que los llevó a desplegarse en una zona donde dieron con el joven Sergio Yobani, quien fue el único sobreviviente. Al joven lo hallaron en mal estado, golpeado y con quemaduras de sol y en estado de shock, por lo que de inmediato lo llevaron vía aérea para darle atención médica. No muy lejos de ahí, en una zona de difícil acceso, se dio con la presencia de seis cuerpos, todos de jóvenes, se presume que estaban maniatados. Y Poco más tarde se confirmó lo que se temía, ellos eran los otros seis jóvenes que se estaban buscando.
Según dijeron la policía detuvo a un par de presuntos implicados, dos hombres de Durango que en algunos medios han descrito como menores de edad.

Para la noche del jueves Fiscalía en conferencia de prensa reveló que en ese hecho liberaron a dos secuestrados, que estuvieron junto a los siete muchachos, los cuales fueron los que les dieron la ubicación de los siete jóvenes, afirmando que el motivo por el que estos jóvenes fueron secuestrados era porque se dedicaban al narcomenudeo.

El desenlace

Ahora Sergio Yobani se encuentra estable en el área de urgencias del Hospital General, según dicen tenía una fractura en el cráneo y en el tabique. Y seguramente también tienen dentro de sí una herida profunda que lo acompañará de por vida.
El día jueves 28 de septiembre se llevaron a cabo las honras fúnebres de los seis jóvenes asesinados. Sus familias sólo los recuperaron para darles el último adiós.
Oscar Alberto Rojas Alvarado de 15 años, Diego Rodríguez Vidales de 17 años fueron velados en el salón Ejidal de Malpaso.


Mientras que Jesús Manuel Rodríguez Robles de 18 años fue velado y enterrado en el poblado de Felipe Ángeles. Gumaro Santacruz Carrillo de 18 fue velado en la comunidad Presa de Maravillas.
Por su parte, los familiares de los jóvenes Jorge Alberto Ocon Acevedo de 14 años y Héctor Alejandro Saucedo Acevedo fueron velados en una funeraria de la capital del estado, además de que, ahí mismo, se llevó acabó la misa de cuerpo presente.
A pesar de ser sabidos los riesgos y las circunstancias en las que todo pasó, en las ceremonias no hubo custodia por parte de alguna autoridad policíaca. Simplemente la autoridad no estuvo ahí cuando se los llevaron, y tampoco estuvieron ahí, cuando finalmente los despidieron.