Ofrece Diócesis de Zacatecas Casas del Migrante a repatriados de Estados Unidos

Noriega Barceló informó que la Iglesia en Zacatecas cuenta con la estructura de la Pastoral de la Movilidad Humana y las Casas del Migrante para ofrecer un primer apoyo a los repatriados.
ZACATECAS.- La Diócesis de Zacatecas, encabezada por el obispo Sigifredo Noriega Barceló, ha iniciado acciones para atender la posible llegada de migrantes repatriados de Estados Unidos.
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El obispo destacó la urgencia de generar estrategias que permitan enfrentar la incertidumbre y brindar apoyo a las familias que podrían ser separadas o afectadas por estas políticas.
“El mensaje de esperanza debe prevalecer, pero también debemos reconocer que no estábamos preparados”, expresó.
Noriega Barceló informó que la Iglesia en Zacatecas cuenta con la estructura de la Pastoral de la Movilidad Humana y las Casas del Migrante para ofrecer un primer apoyo a los repatriados.
Asimismo, declaró que, tras una reunión con líderes religiosos, se definieron las primeras medidas para asistir a los afectados.
La Diócesis dispone de una Casa del Migrante ubicada en la salida a Villanueva, aunque su capacidad es limitada. Por ello, se contempla involucrar a las parroquias y a la comunidad católica para ofrecer alojamiento, alimentos y acompañamiento emocional.
“La mayoría de los migrantes son creyentes, y como Iglesia tenemos el deber de atender sus necesidades básicas y espirituales”, afirmó.
Noriega Barceló subrayó que esta nueva etapa requerirá una mayor organización y colaboración entre las autoridades y la sociedad.
“La situación es un reto para todos. Las instituciones gubernamentales tampoco están preparadas. Necesitamos más información y coordinación para dar una respuesta efectiva”, agregó.
El obispo también enfatizó la importancia de fortalecer la unidad y la solidaridad entre los zacatecanos para superar los desafíos que plantea este nuevo escenario migratorio.
“El llamado es a abrir corazones y hogares para quienes lo necesiten. La fe debe guiarnos hacia el amor al prójimo y el trabajo conjunto por el bien común”, concluyó.
De esta manera, la Iglesia de Zacatecas se prepara para ser un refugio en “momentos de adversidad” y llama a la comunidad a sumar esfuerzos en esta causa.