Nieves Don Mónico se aferra a sobrevivir

Antonio Hernández, resguarda la receta familiar. Foto: Norma de Luna.
Antonio Hernández, resguarda la receta familiar. Foto: Norma de Luna.

Aunque no son un negocio esencial, todos los días abren sus puertas ya que tres familias dependen de este comercio.

Hasta un 75% bajaron las ventas de los tradicionales raspados Don Mónico, aunque no son un negocio esencial, todos los días abren sus puertas ya que tres familias dependen de este comercio.

Desde hace 100 años este establecimiento ha endulzado los paladares zacatecanos con raspados de frutas naturales de mango, fresa, guanábana, kiwi, coco, nuez y chamoy; cinco generaciones han resguardado la receta original y reconocieron que nunca habían vivido una crisis de este tipo.

Estos meses, dijo Antonio Hernández, solían ser lo que registraban mayores ventas, pero derivado del coronavirus, hay pocos clientes y los compromisos económicos no paran.

“Es muy poca la venta, pero tenemos que abrir, ya que tres familias enteras dependemos de este negocio”, comentó.

Y aunque advertían que sería una temporada complicada, no pierden la esperanza, pues hay días en que sí hay ventas.

Para que no los obliguen a cerrar, dos personas atienden el establecimiento, se cuidan con cubrebocas, guantes y en la entrada del local tienen un tapete sanitizador y gel antibacterial.

“Estas medidas nos las recomendaron y para demostrar el compromiso, hicimos caso a las indicaciones”, dijo.

Por fortuna, respecto al local donde trabajan, lograron llegar a un acuerdo con el dueño del espacio, y aunque no les condona la renta, sí les bajó el precio, pues está consciente de la crisis que se vive.

Destacó que eta es una oportunidad que no todos los comerciantes logran, por ello continuarán trabajando con muchas ganas