Marchan madres con hijos desaparecidos; exigen atención de las autoridades

Las madres de los desaparecidos marcharon para exigir justicia.
Las madres de los desaparecidos marcharon para exigir justicia.

“Por favor, regrésenos a nuestros hijos, ya no podemos más, esta incertidumbre nos está matando, nos está acabando lentamente”; fueron las palabras de una madre en búsqueda de su hijo desaparecido y con las que coincidieron muchas madres que salieron a las calles en la Décima Primera Marcha por la Dignidad Nacional. Para estas madres, … Leer más

“Por favor, regrésenos a nuestros hijos, ya no podemos más, esta incertidumbre nos está matando, nos está acabando lentamente”; fueron las palabras de una madre en búsqueda de su hijo desaparecido y con las que coincidieron muchas madres que salieron a las calles en la Décima Primera Marcha por la Dignidad Nacional.

Para estas madres, el 10 de mayo ha dejado de ser un día de festejo y se convirtió en un día de lucha, de ir a las calles a marchar con las fotografías y cédulas de búsqueda de sus hijas e hijos desaparecidos; “para que se vean y así, quizá, lleguen a más gente que nos pueda ayudar a dar con ellos” dijo una madre.

Motivo por el que se reunieron en el Jardín de la Madre del Centro Histórico y marcharon hasta Plaza de Armas; donde algunas madres contaron sus testimonios, otras hicieron exigencias y se leyó un comunicado conjunto; exigiendo que el Estado, en sus tres poderes, realicen las acciones que les corresponden.

Exigencias conjuntas

“Como madres y como familiares de personas desaparecidas vivimos en una tortura continua por tener un ser querido desaparecido, por un lado en el dolor de no saber qué es lo que pudieran estar padeciendo nuestras hijas e hijos; por el otro al percatarnos de como la estigmatización, la simulación, la desensibilización provocan efectos perversos que nos afectan como cuchillos hurgando en heridas abiertas; utilizados por diversos sectores de la sociedad, de la que formamos parte, incluyendo a las instituciones y funcionarios estatales que deben de estar enfocados a dar con el paradero con nuestros seres queridos desaparecidos” dieron a conocer en el comunicado.

También añadieron las exigencias de un plan de trabajo integral para el mecanismo de búsqueda de personas desaparecidas; diagnósticos pertinentes y la participación de familiares en diseños e implementación de las políticas en materia de desaparición.

En los servicios forenses pidieron que eviten las demoras y entreguen resultados en tiempo, así mismo que al mecanismo de búsqueda se le doten de los recursos necesarios para su labor.

Personas desaparecidas en Zacatecas

A lo largo y ancho de la Plaza de Armas fueron colocados un sinfín de lonas las cuales tenían impresa la silueta de un cuerpo humano; al que le añadieron el nombre de la hija o hijo desaparecido, en representación de los más de 100 mil desaparecidos en México y los 2 mil 757 en Zacatecas.

Algunas madres dieron testimonio de sus desaparecidos, como fue el caso de Armando Quiñonez Mendoza, quien salió a trabajar en Fresnillo y desde entonces ya no se supo nada de él, de esto ya hace 6 años.

Su madre, entre lágrimas y voz entrecortada, señaló, “por qué nos matan tan lentamente, por qué no nos matan de una vez a todas y nos quitan este sufrimiento que tenemos por nuestros hijos, mi hijo ya van a ser 6 años que no lo he vuelto a ver; se salió a trabajar como cualquier muchacho y me lo quitaron y ya no sé nada de él, si alguien lo ve, dígale que lo quiero mucho, que lo amo, que es un pedazo de mi corazón”.

Añadió “lo sigo esperando como el primer día, que lo seguiré esperando y si es cierto que hay otra vida, lo seguiré buscando hasta que Dios me lo permita”.

También se dio a conocer el caso de Manuel Enrique Solís, joven de apenas 14 años de edad, que fue sacado de su casa, junto a su padre, de manera violenta, también en Fresnillo, hace apenas 3 meses.

Su padre fue encontrado sin vida a los pocos días; sin embargo de Manuel Enrique ahora no se sabe nada y está en condición de desaparecido, narraron sus familiares; ya que a su madre, ante el dolor de no estar con su hijo, las palabras se le atoraron en la garganta, dejándola sin poder expresarse.