La Infamia, el recuento de los daños desde la mirada de Ricardo Monreal

La infamia, el libro 28 del Senador Ricardo Monreal Ávila.
La infamia, el libro 28 del Senador Ricardo Monreal Ávila.

La lucha legal por limpiar la imagen de una familia ante un estado que se opone mediante su aparato a los avances demócraticos en México.

La lucha legal por limpiar la imagen de una familia ante un estado que se opone mediante su aparato a los avances democráticos en México, es el argumento central de La Infamia, el libro 28 del Senador Ricardo Monreal Ávila.

En 86 cuartillas Monreal narra el uso faccioso del poder para impedir su llegada a cargos públicos y la campaña  negra, en la que se involucró no solo a él sino a su familia,  en nexos y negocios con el crimen y el narcotráfico.

“El presente libro es la crónica de 20 años de infamia: el poder usado para el descrédito de un adversario político a través de declaraciones de una investigación, manipulada de origen, que no encontró pruebas”.

El Muro del 98

En el primer capítulo “El Muro del 98”, Monreal asegura que la maquinaria PRI- Gobierno, encabezada por el presidente Ernesto Zedillo,  fraguó una serie de acusaciones falsas para impedir, en primera instancia,  que se convirtiera en el candidato del partido tricolor, al que entonces pertenecía.

“Ese año, aunque afortunadamente contaba con una amplia base de apoyo de las y los zacatecanos, el partido al que pertenecía se negó a respetar los procesos democráticos, llevando a cabo la imposición de otra candidatura más cercana a las élites locales empresariales y al gobernador saliente.”

“Al no ser respetado el proceso de elección interno, los valores en los cuales siempre he sostenido mi andar político fueron violentados, por lo que en ese momento decidí contender por la gubernatura desde la izquierda partidista”

La Guerra Sucia

La primera acusación de nexos con el narcotráfico es atribuida al entonces líder nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, quien durante un mitin justificó la decisión de no permitir contender a Monreal pues había señalamientos de “vínculos con un mundo de actividades turbias”.

El PRI conformó un expediente de los nexos de Monreal con grupos criminales, mismo que fue enviado al entonces líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador, para que desistiera de la idea de nombrar a Ricardo Monreal su candidato a la gubernatura del estado.

Andrés Manuel López Obrador y el Senador Ricardo Monreal Ávila.

Sin embargo y tras estudiar el caso López Obrador respaldó a Monreal y lo acompañó durante su proceso para lograr la gubernatura de Zacatecas.

Monreal narra que el día de la elección el PRI tenía preparado un operativo para realizar un fraude electoral,  sin embargo logró ser contenido por la filtración de la estrategia y el reclamo de López Obrador al entonces presidente Ernesto Zedillo.

“Aun el día de la elección, por instrucciones del presidente Ernesto Zedillo, se intentó vulnerar la voluntad política de las y los zacatecanos y arrebatar la elección de manera claramente ilegal. Andrés Manuel tomó la decisión de telefonear a la otrora residencia presidencial, Los Pinos. La llamada se dio alrededor de las 9:20 horas; al otro lado de la línea estaba Liébano Sáenz, secretario particular del entonces presidente Zedillo. Sin temor alguno, fiel a sus convicciones democráticas, Andrés le comunicó que tenía información de que se fraguaba un fraude electoral en Zacatecas”

En cadena nacional el presentador de Televisa Guillermo Ortega adelantaba, que según las encuestas, Monreal Ávila tenía una ventaja irreversible en la elección a gobernador, lo que echaba por tierra el fraude postelectoral que se había fraguado en su contra.

Pese a su triunfo electoral las infamias, narra Monreal, continuaron pues se intentó llevar la información de los supuestos nexos con el narcotráfico a Estados Unidos, para propiciar una intervención judicial de agencias internacionales contra de él y su familia,  según información que posteriormente le fue corroborada por el exembajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow.

Daños colaterales

Las descalificaciones y el juego sucio desde el gobierno federal continuaron, no solo durante la administración de Ricardo Monreal Ávila como gobernador, también en la candidatura de su hermano David Monreal para convertirse en candidato a Presidente Municipal.

“David luchó a brazo partido en una contienda dispareja, pues sus adversarios contaron con el apoyo de recursos provenientes de las arcas estatales, erogados de manera ilegal. Sin embargo, mi hermano logró erigirse con la victoria al obtener la mayoría de votos, derrotando al candidato del PRD (partido oficialista estatal). Para él, gobernar se convertiría en todo un reto, pues enfrentaba el desprecio del gobierno federal y la abierta hostilidad del estatal. Esos dos frentes coincidieron en querer hacer prevalecer la infamia”.

Monreal asegura que si su hermano David no hubiera logrado ganar la alcaldía de El Mineral la violencia en el municipio se habría descontrolado y Fresnillo sería un lugar   “inundado de maleantes”.

“Es difícil saber qué pudo haber pasado si David no hubiese llegado a la presidencia municipal, pero no me queda duda de que el esfuerzo que realizó para contener el avance de la delincuencia sirvió como un dique que, de no haber existido, el municipio se hubiera inundado de maleantes arrasando con toda la población”.

El caso Candido

El exgobernador Monreal describe en su libro que en el 2008 continuaron los ataques, ahora lo que considera la mayor infamia, el operativo en el rancho de su hermano Candido, estrategia que incluyó la participación el Ejército.

“A mediados de diciembre de 2008, cuando desde los gobiernos federal y estatal se diseñó una estrategia de desprestigio en mi contra y la de mi familia. Ahora el conducto para tratar de intimidarnos fue mi hermano Cándido, a quien llamaron a declarar ante el Ministerio Público federal de Fresnillo, Zacatecas, por una denuncia que señalaba que en un inmueble de su propiedad, una bodega que sería intervenida un mes después, se habían visto personas y camionetas que no eran del lugar”, narra en el texto.

Monreal asegura que casualmente las acusaciones se desvanecieron al finalizar la contienda electoral, pues el diciembre de 2011, el Ministerio Público de la Federación determinó que a partir de los medios de prueba con los que se contaba no era posible acreditar la comisión del delito contra la salud, en el que hubiese participado su familia.

Guerra contra Saúl

En la parte final del texto, Monreal recuerda los acalorados debates de la campaña del 2018, en el que Benjamín Medrano, como candidato del PRI señaló,  al otro contendiente Saúl Monreal, que el problema de la inseguridad en Fresnillo había sido ocasionado por su familia.

“La delincuencia ya sabes quién la trajo a Fresnillo, y no fui yo, pregúntales a tus hermanos”.

La vocación para el servicio familiar

En el último capítulo del texto Monreal asegura que el objetivo de su libro es legitimar la imagen de su familia a la que describe como “una generación con vocación para el servicio público y la representación popular”.

“El presente texto está encaminado a buscar el desagravio, no sólo porque es un justo deseo, sino porque es, o debiera ser, el resultado del análisis de un abultado expediente. Por ello, la investigación contenida en este documento está sustentada en pruebas documentales públicas y por hechos jurídicamente incontrovertidos, los cuales evidencian que mi familia padeció una persecución política y la fabricación de delitos que, aunque en lo jurídico no prosperaron, en lo político se siguen usando, de manera facciosa, en contra nuestra, con el propósito perverso de la descalificación a priori”.