Dejan las tablets y vuelven a las tradicionales canicas

ZACATECAS.- Todas las tardes después de hacer su tarea, un grupo niños, se reúnen en un pequeño jardín en la calle Álvaro Obregón, de la colonia Bellavista, para jugar y, así, rescatar una de las tradiciones mexicanas por excelencia: el juego de canicas. Ellos dejan de lado las tablets, los celulares y las computadoras para … Leer más

ZACATECAS.- Todas las tardes después de hacer su tarea, un grupo niños, se reúnen en un pequeño jardín en la calle Álvaro Obregón, de la colonia Bellavista, para jugar y, así, rescatar una de las tradiciones mexicanas por excelencia: el juego de canicas.

Ellos dejan de lado las tablets, los celulares y las computadoras para divertirse, convivir y hacer camaradería jugando a la choya donde el que pierda como castigo se lleva una patada en el trasero que arranca las risas de todos.

En la actualidad es poco usual que se siga practicando este pasatiempo pues gradualmente ha ido quedando en el olvido: la generación conocida como Milennial, no solo perdió el interés en jugar a las canicas sino que también fue apartando de sus preferencias otros juguetes mexicanos como son el yoyo, el trompo y el balero.

Ahora resulta extraño ver cómo un grupo de amigos salen de sus casas con su caico preferido dispuestos a ser los mejores con el tino y seguir practicando en la colonia Bellavista, donde más de un automovilista y peatón paran sus recorridos para ver el juego de la choya.

Imagen Zacatecas – Carlos Montoya




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