Dan último adiós a padre Luis Salazar

ZACATECAS.- Entre aplausos y lágrimas se realizaron las exequias del padre Luis Salazar Santoyo, quien falleció el sábado 24 de octubre.

La celebración eucarística estuvo a cargo del obispo Sigifredo Noriega Barceló quien destacó los 37 años de labor pastoral del padre Salazar en Zacatecas.

“El  padre Luis fue instrumento de Cristo, cabeza y pastor de la Iglesia; sus manos, sus labios y su corazón han estado consagrados a esta Diócesis de Zacatecas”, destacó.

Noriega Barceló encomendó el alma del padre Salazar al goce de la felicidad divina.

Aseguró a su familia que el padre Luis “ya se ha encontrado con Dios, que fue su razón de su vida, la razón de su entrega sacerdotal y la razón de su cruz.”

“El padre Luis, dijo el obispo, se abrazó al sufrimiento, pero no de cualquier manera, se abrazó a la cruz de Cristo, que le dio sentido a su sufrimiento, pero sólo toma sentido si se ama”. expresó.

Agregó que el sacerdote terminó su misión en esta vida con dolor, pero también con mucha esperanza se entregó a las manos de Dios nuestro padre, el término de esta vida es plenitud, nos lleva a la gracia eterna con Dios.

El obispo de Zacatecas manifestó que fue de gran valor el trabajo de la familia, quien sufrió con su hermano su enfermedad, y lucharon por la esperanza.

Declaró que para las personas que lo conocieron, que formaron parte de su historia de vida, “esperan descansar algún día juntos en la casa del padre con él”.

Su historia

Sigifredo Noriega expuso que  “los 59 años que tuvo el padre fueron llenos de amor, y el amor es todo; conocimos su enfermedad y las consecuencias de ésta, hubo momentos en los que parecía que se iba, pero también hubo momentos en los que resucitaba”, afirmó.

El padre Luis Salazar Santoyo nació un 18 de julio de 1961 y falleció este sábado 24 de octubre.

Su ordenación sacerdotal fue el 15 de octubre de 1983, se le recuerda por recorrer calles y ayudar a quienes no tenían alimento.

Llevó mensajes de orientación en un programa de radio, y en el año 2000 fundó la Asociación Civil Ayudando.

Descansa en paz

Al finalizar la misa en catedral, el obispo recalcó que “al despedirnos de nuestro hermano Luis, lo hacemos con un gesto de respeto y de veneración, quien participó en el sacerdocio, sus manos fueron para bendecir y perdonar, sus labios destinados a predicar el evangelio y su corazón para atender fraternalmente a todos los hombres”.

Al terminar la ceremonia, entre aplausos, las cenizas del finado fueron entregadas a los familiares para ser trasladadas a Colotlán, Jalisco de donde era originario.