Celebra La Acrópolis 75 años de deleitar a los zacatecanos

ZACATECAS.-

“Ser el café restaurante más conocido de todo Zacatecas por 75 años no ha sido una tarea sencilla; sin embargo con la perseverancia y gracias a Dios, hoy celebramos el aniversario de este reconocido lugar”, comentó  Said Samán Zajur, hijo del fundador de La Acrópolis. 

Su padre, el señor Said Samán Farah, oriundo de Siria, llegó a la capital cuando tenía 18 años; solo venía de visita y no se imaginaba que Zacatecas se convertiría en su hogar. 

Un espacio familiar

Comenzó a dar clases de francés en la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero sentía que algo le faltaba a la capital y entonces tuvo una gran visión.

“Se percató de que no había lugares para que las mujeres y los niños salieran, no había lugar para las parejas, las familias, nada donde se reunieran”, dijo Samán, y en 1943 se inauguró lo que hoy conocemos como  La Acrópolis, un lugar sano para todos.

El café ha estado en dos sitios diferentes a su actual ubicación. Su primer espacio fue donde ahora se encuentra El Paquín;  en 1949 se cambió frente a ese lugar y en 1983, a petición del gobernador Cervantes Corona,  se cambió a la avenida Hidalgo.

El cambio se debió a que los turistas no caminaban más allá de Los Portales, por lo que al llevar el café un poco más lejos, daría otra oportunidad para que las personas pasearan por más lugares.
Al inicio, el menú solo tenía café turco, helados, malteadas y pasteles, pero poco a poco los mismos clientes fueron guiando el menú que mantienen hasta hoy.

De solo servir helado pasaron a desayunos, comida y hasta cena; de todo se puede encontrar en La Acrópolis, excepto licor. 

Gran compromiso

“Es un trabajo muy matado, es estar pendientes de todo, ser disciplinados y perseverantes, tiene mucho que ver que lo administre la familia, siempre estamos inmersos en el negocio”, compartió Samán.

 El lugar se caracteriza por brindar una gran promoción cultural, por todos lados se aprecian variadas obras arte, lo que permite a los comensales no solo disfrutar del menú,  sino  disfrutar de las piezas artísticas.

Samán se ha encargado de llenar el recinto con más de 300 obras y poco a poco ha enriquecido el acervo cultural; el lugar expone obras de artistas como Francisco Toledo, Joan Miró, Francisco Goitia y muchos más.

Además de las obras, La Acrópolis guarda secretos, historias y momentos únicos que los comensales han vivido en  el café.

“Sé de personas que se conocieron aquí,  que se hicieron pareja , que se han comprometido en nuestras mesas y hoy en día son clientes de años que, hasta con sus nietos, vienen a convivir y eso es muy reconfortante”, compartió el propietario.

La Acrópolis también brinda trabajo a más de 30 personas a las que se les capacita y se les proporciona  lo necesario para atender de la mejor manera a los clientes.

El Acrópolis para mucha gente significa ser parte de su vida y eso nos llena de orgullo, trabajaremos para que el día de mañana sean 100 años o más.

Imagen Zacatecas – Norma De Luna