
Foto: archivo
Las probabilidades de tener AR aumentan hasta un 70 por ciento por genética.
ZACATECAS.- Dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones, son los síntomas que padece una persona con Artritis Reumatoide (AR); esta enfermedad predomina en las mujeres.
En Latinoamérica hay alrededor de 34 millones de personas con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de las enfermedades reumáticas, esto según cifras de la Organización Panamericana de la Salud.
Está comprobado que las probabilidades de tener AR aumentan hasta un 70 por ciento por genética.
La Organización Arthritis Rheumatism International, en 1996 decidió conmemorar el 12 de octubre como el Día Mundial de la Artritis, con la finalidad de difundir y crear conciencia sobre las enfermedades reumáticas.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artritis reumatoide afecta entre el 1 y 1.5 % de la población mundial.
Es una enfermedad inflamatoria de causa autoinmune, esto quiere decir que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano, lo que provoca la inflamación y destrucción de tejidos por anticuerpos propios.
Hay síntomas generales desde el cansancio, sensación de malestar, fiebres, pérdida del apetito, así como del peso corporal.
Existen también manifestaciones extraarticulares, estas suelen aparecer cuando la enfermedad ya es avanzada, son afectaciones en la piel, los vasos sanguíneos, los pulmones, los ojos, la sangre y el corazón.
Es de evolución natural y no tiene una cura como tal, ante esto genera en fases avanzadas limitaciones físicas y un deterioro de la calidad de vida.
Médicos informan que el síntoma más frecuente es la rigidez articular matutina, especialmente en las manos y en los pies, esto luego del reposo nocturno, ya que es cuando menos actividad hay.
Su evolución varía según la persona, hay a quienes les avanza de manera espontánea; sin embargo, es más común que el trastorno evolucione a lo largo de la vida con periodos de calma relativa o absoluta, informaron expertos.
Aunque no hay una cura, existen cuidados, así como medicamentos que indican una remisión en los síntomas, más si se detecta en una etapa temprana.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides alivian el dolor y reducen la inflamación, los corticosteroides, como la prednisona, reducen la inflamación y el dolor, y retardan el daño articular, antirreumáticos modificadores de la enfermedad o bien, los agentes biológicos.
Por otro lado, están las terapias y fisioterapias, estás las determina el especialista, según las necesidades o el avance del paciente.
Los expertos recomiendan realizar actividad física de forma habitual para favorecer el uso de todas las articulaciones, tanto en pacientes diagnosticados como en los no diagnosticados.