Buscan alternativas para autoemplearse durante la pandemia

María Dolores Flores, de 62 años, quien hizo de su gusto por la costura, su forma de vida. Fotos: Miguel Alvarado.
María Dolores Flores, de 62 años, quien hizo de su gusto por la costura, su forma de vida. Fotos: Miguel Alvarado.

Conoce la historia de doña María y Jessica, dos mujeres que han salido adelante gracias a su ingenio y esfuerzo.

ZACATECAS.- La necesidad de quedarse en casa por la pandemia de Covid-19 está llevando a muchos zacatecanos a buscar alternativas para generar ingresos.

Según datos del análisis de salario y empleo elaborado por la Secretaría de Economía de Zacatecas (Sezac), en lo que va del año se han perdido 6 mil 972 empleos formales en Zacatecas.

Lo anterior en gran medida por la suspensión de actividades ante los contagios de coronavirus.

Sin embargo, muchos zacatecanos han buscado cómo autoemplearse para sobrellevar la situación.

Un ejemplo de ellos es la señora María Dolores Flores, de 62 años, quien hizo de su gusto por la costura, su forma de vida.

“Mis primeros pasitos fueron aprender a tejer, ya después se me ocurrió bordar y así me fui, haciendo una cosa y otra”, narró.

Doña María, mencionó que la pandemia de coronavirus afectó los ingresos de su familia.

Por ello puso aún más empeño en convertir su máquina de coser en su herramienta de trabajo.

Por lo que su hija Vanesa se encarga del pago de la renta, mientras que ella con los remiendos de ropa y las servilletas que borda, paga los servicios básicos y la despensa.

“Con la pandemia bien apuradas que hemos estado, porque la gente no trae trabajo por lo mismo y si no tiene dinero la gente, yo tampoco”, lamentó.

Por cuestiones de salud, doña María sólo ofrece sus servicios a amigos y vecinos de la colonia Ojo de Agua de la Palma, en Guadalupe, pero desea poco a poco llegar a más personas.

La pandemia de coronavirus afectó los ingresos de su familia.

De estilista a vendedora

La crisis económica por el Covid-19 orilló a Jessica Cordero de 21 años, dueña de una estética ubicada en Guadalupe, a cerrar luego de dos años de trabajo.

“El local era rentado y como ya no tenía gente, tuve la penosa necesidad de cerrar”, dijo.

No obstante con la ayuda de su cuñada y su suegra, comenzó a vender cosméticos por internet.

Esto para costear sus gastos médicos, ya que es diabética y requiere insulina tres veces al día.

Si bien los últimos dos meses no han sido fáciles dado que las ventas son bajas, Jessica sigue trabajando y adaptándose a la Nueva Normalidad.