
La marginación y el abandono, es la realidad a la que se enfrentan los abuelos zacatecanos.
De los 30 nietos que tuvo, sólo dos de ellos lo visitan y una de sus nietas vive con él y su esposa.
ZACATECAS.- La marginación y el abandono, es la realidad a la que se enfrentan los abuelos zacatecanos; el señor Catarino Espino tiene 72 años; de los 30 nietos que tuvo, sólo dos de ellos lo visitan y una de sus nietas vive con él y su esposa. Para sobrevivir remienda zapatos y pide limosna.
De los seis hijos que tiene, sólo una de sus hijas lo visita, la nieta que vive con ellos tiene diez años y es el alma que llena de alegría su hogar, “trabajo para poder darle sus estudios y que sea alguien en la vida”, describió.
Desde que sale el sol, hasta el atardecer, Catarino espera en su silla de ruedas cerca del semáforo que está sobre la avenida Hidalgo, esquina con la avenida Juárez del Centro Histórico de Zacatecas para recibir una moneda y poder llevar la comida a casa.
Considera que la separación de su familia se debe a que él no tiene el suficiente dinero para poder apoyarlos y, por esta razón se han alejado, relató con los ojos enrazados de lágrimas que “no tengo dinero para darles, yo de lo poquito que la gente aquí me da, es de lo que vivo”.
Cuando sus nietos eran pequeños, su familia estaba unida, recuerda que sus hijos lo apoyaban y sus nietos estaban en casa, pero cuando crecieron, cada uno de ellos tomó su camino y el día de hoy, la soledad es el suyo.
Su nieto mayor tiene 38 años y desde hace cinco no lo ve, la última vez que tuvo contacto dijo, fue porque buscaba a su papá, “vinieron a preguntarme que en dónde vivía, porque su mamá se separó de mi hijo, fue todo”.
Desde entonces la esperanza de volver a estar unidos no se pierde; sin embargo, dice que se han acostumbrado a estar solos en casa, con su pequeña nieta.
En México, a diferencia de otros países, el Día del Abuelo se festeja el 28 de agosto, su origen se atribuye a la liturgia católica de San Joaquín y de Santa Ana, padres de la virgen María y, por lo tanto, abuelos de Jesús.
De acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizado en 2017, en México hay aproximadamente 13 millones de personas de más de 60 años, quienes trabajan con alguna limitación y, en algunos casos sin remuneración económica.