La negligencia no es austeridad

Alejandro Moreno.
Alejandro Moreno.

México está herido. La impotencia, frustración y tristeza se han cernido sobre la sociedad ante la negligencia criminal de la que ha sido objeto el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México por parte de los gobiernos local y federal, ambos de Morena, y que se ha traducido en la pérdida de … Leer más

México está herido.

La impotencia, frustración y tristeza se han cernido sobre la sociedad ante la negligencia criminal de la que ha sido objeto el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México por parte de los gobiernos local y federal, ambos de Morena, y que se ha traducido en la pérdida de 25 vidas y deterioro grave de la salud de casi un centenar de personas.

A pesar de la negativa de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, información oficial ha confirmado subejercicios en el Metro durante los años pasados, particularmente en mantenimiento y supervisión de instalaciones, convirtiendo sus vagones en verdaderas trampas mortales.

En todas las dependencias públicas dependientes de gobiernos de Morena se ha convertido en una carrera siniestra dejar de ejercer el mayor número de recursos públicos, a costa de la sociedad, en aras de destinarlos a los elefantes blancos que representan una refinería, un tren, un aeropuerto y sucursales de un banco, aunque ello signifique desatender áreas prioritarias para la población.

Durante los 28 años que los gobiernos del PRI crearon y tuvieron a su cargo la operación y expansión del Metro capitalino, éste se caracterizó por su eficiencia, seguridad, rapidez y confiabilidad. Cada una de las líneas creadas siguen funcionando; pero los gobiernos autollamados de izquierda, que se dicen “cercanos al pueblo”, dejaron de invertir en este medio de transporte popular, convirtiéndolo en la caja chica de sus campañas y de hurtos a la nación.

En el PRI nos duelen los sucesos de la Línea 12 del Metro porque gente inocente, trabajadora y esforzada ha sufrido las consecuencias de la irresponsabilidad de quienes mal construyeron esa línea y de quienes fueron incapaces de prevenir esta tragedia.

Expresamos nuestras condolencias a los familiares de las víctimas, al tiempo que exigimos que las personas heridas reciban oportuna y dignamente los servicios médicos que requieren, así como el pago de daños y perjuicios no solo presentes, sino también futuros, pues estamos ante proyectos de vida que se han truncado y los gobiernos capitalino y federal no deben ser omisos ante ello.

Exigimos la aplicación sin dilación de la ley a los responsables. No nos conformaremos con que la Fiscalía General de Justicia capitalina abra carpetas de investigación, sino que somos los primeros en exigir que se determinen culpabilidades y se actúe en consecuencia. La corrupción, falta de transparencia y omisión constituyen delitos graves que no deben quedar impunes.

Morena ha creado una sociedad amenazada no solo por la pobreza, la inseguridad y la enfermedad, sino también por los malos servicios públicos que se prestan en instalaciones inseguras e insalubres que pueden llegar a causar la muerte.

Hoy más que nunca las y los mexicanos debemos unirnos en la exigencia de justicia, así como de gobiernos sensibles, eficaces y que inviertan los recursos públicos en lo que sí interesa a la sociedad: garantizar la vida y la integridad de todos los habitantes de México.




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