Te recomendamos que antes de la oración pongas en un lugar especial la corona de adviento donde todos los miembros de la familia puedan contemplarla, puede ser en la mesita central de la sala.

Corona de adviento | Foto: Cortesía
En este tercer domingo de adviento debemos sentirnos alegres y dichosos por la pronta venida de nuestro maravilloso Dios.
En este tercer domingo de adviento debemos de estar alegres ya que estamos en la espera y preparacion para la venida de nuestro Señor Jesucristo que esta cada vez mas cerca.
Hoy se encenderá la tercera vela (rosada) aquella que anuncia alegría, por la pronta llegada.
Te recomendamos que antes de la oración pongas en un lugar especial la corona de adviento donde todos los miembros de la familia puedan contemplarla, puede ser en la mesita central de la sala.
ENTRADA. Se entona algún canto. Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso.
LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23: “Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro…
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.Todos: Y seremos salvados. Amén.