Leyenda huichola del Venado Azul: Todo lo que tienes que saber

Leyenda del Venado Azul | Foto: Cortesía.
Leyenda del Venado Azul | Foto: Cortesía.

El objetivo de algunas culturas milenarias es acceder al Eje del mundo a través de las plantas.

A lo largo de la historia, algunas culturas han hecho uso de plantas sagradas como el peyote y para entender esta tradición te hablaremos de Leyenda huichola del Venado Azul.

El objetivo de estas culturas a través de las plantas es acceder al Eje del mundo, el punto de conexión del mundo espiritual y terrestre.

Tal es el caso del peyote hikuri, un tipo de cactácea consumida con fines rituales por la etnia huichola, originarios de la zona norte de México.

En este contexto, el peyote es visto como un maestro espiritual y es personificado en la figura del venado azul.

La sustancia activa de esta planta es la mescalina, un alcaloide con fuertes propiedades alucinógenas. Debido a esto, la posesión y transporte del peyote es ilegal para quienes no pertenecen a la etnia wixárika.

La leyenda huichola del venado azul

De acuerdo a la tradición oral, transmitida por los ancianos wixáricas, hace mucho tiempo terribles enfermedades, sequías y hambres azotaron la tierra.

En aquel entonces, los venerables abuelos decidieron enviar a cuatro jóvenes de cacería dándoles la tarea de llevar algún alimento para compartirlo con su comunidad.

Los cuatro jóvenes representaban los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.

Al amanecer, los jóvenes partieron ataviados con arcos y flechas; los días comenzaron a pasar y los jóvenes no encontraban sustento alguno, hasta que una tarde un venado robusto y bello saltó desde las flores.

Para entonces, los jóvenes ya se encontraban agotados, pero el amor por su comunidad los hizo emprender la cacería.

Tras una larga persecución, el venado sintió misericordia por los jóvenes y les permitió descansar, al día siguiente el animal apareció y reanudaron la caza. Sin saberlo, el venado guiaba a los jóvenes al Wirikuta (desierto sagrado para los wixárikas en San Luis Potosí).

Cuando los jóvenes y el venado se encontraron cerca del cerro de las narices, el venado se arrojó hacia el lugar donde habita el espíritu de la tierra.

Los cazadores corrieron hacia donde el venado se había dirigido, pero no encontraron rastro de él. Poco después, uno de ellos disparó una flecha a lo que le pareció era su presa, pero al acercarse encontraron un venado formado por peyotes que brillaban como esmeraldas bajo el sol.

Los cuatro jóvenes se asombraron de la experiencia y confundidos cortaron los peyotes para dirigirse a la montaña Wixárika.

Una vez de vuelta a su lugar de origen, relataron la historia a los venerables abuelos y les entregaron las plantas. Los ancianos repartieron los cactus a la población para que saciara su hambre física y su sed espiritual.

Reflexión sobre la leyenda

Desde aquel momento, los wixárikas adoran el hikuri, que bajo la forma de peyote representa su maíz y como venado es el guía que los lleva al Gran Espíritu.

Es así que cada año los huicholes emprenden el peregrinaje para “cazar” al venado azul, al cual le hacen ofrendas como agradecimiento por permitirles el acceso al mundo de lo invisible, desde donde logran curar las heridas de su alma.