La familia contemporánea actualmente va modificando su forma de relacionarse a lo que tradicionalmente estaba en nuestra cultura mexicana. Varios de los que hoy somos padres de familia nos formamos con el valor de la obediencia, es decir, crecimos obedeciendo a nuestros padres y en la actualidad seguimos obedeciendo, pero ahora a nuestros hijos. La … Leer más
La familia contemporánea actualmente va modificando su forma de relacionarse a lo que tradicionalmente estaba en nuestra cultura mexicana. Varios de los que hoy somos padres de familia nos formamos con el valor de la obediencia, es decir, crecimos obedeciendo a nuestros padres y en la actualidad seguimos obedeciendo, pero ahora a nuestros hijos. La familia moderna ha dado un giro antropológico en la sociedad en sus roles y formas de comportamientos.
La familia contemporánea se diferencia de la actual en el rol de la mujer, hoy se ha vuelto un liderazgo en el desarrollo de la cultura. La familia puede estar formada como tradicionalmente se caracterizaba, por una pareja e hijos, pero también puede estar formada por padres solteros debido a los divorcios o simplemente si así deciden vivir como divorciados y vueltos casar con hijos de uno y otro buscando la felicidad.
Creo que independientemente de la forma que elijamos como vivir ya sea solo o no, nos hace más felices como personas una influencia positiva en nuestras parejas, familias o donde pasamos más tiempo como es el lugar laboral y donde vivimos. En la convivencia humana sucede que cuando alguien que ha vivido una vida amable y muere, las personas los extrañan y lo dicen. Pero cuando una persona enojada, codiciosa e implacable muere, hay una sensación de alivio, por lo tanto, tratemos de practicar la amabilidad donde quiera que estemos para ser recordados siempre con afecto.
Todos los seres humanos estamos comprometidos a promover un sentido de unidad y de afecto a toda nuestra familia humana. A donde quiera que vayamos recordemos que todos somos iguales como seres humanos, que siempre tenemos que hacer un esfuerzo diario por corregir nuestros actos que surgen en la mente para lograr la felicidad y así poder entender que nuestro futuro depende de cómo comprender la muerte que nos debe enseñar a vivir mejor porque nos ayuda a reducir el sufrimiento y a no verlo como una angustia sino como una reflexión saludable, porque para morir bien, hay que vivir bien, distanciándose de emociones como la ira, el apego, o el miedo y cultivando la paz en nuestra mente para vivir mejor.
Nuestro principal interés es estar preocupados por los otros y cuidarlos, esa es la manera más sabia de asegurar nuestro propio interés para poder vivir en una auténtica familia humana y ser recordados con afecto.
Imagen Zacatecas – Gerardo Luna Tumoine