Turismo y desarrollo rural

Raúl Muñoz del Cojo.
Raúl Muñoz del Cojo.

Este 2020 la Organización Mundial de Turismo (OMT) busca hacer conciencia sobre la gran importancia que tiene el defender, proteger, y desarrollar las zonas rurales para con esto, elevar el nivel de bienestar de las personas que viven en ellas y, debatir las ventajas y desventajas de relacionar esta noble actividad con el desarrollo rural. … Leer más

Este 2020 la Organización Mundial de Turismo (OMT) busca hacer conciencia sobre la gran importancia que tiene el defender, proteger, y desarrollar las zonas rurales para con esto, elevar el nivel de bienestar de las personas que viven en ellas y, debatir las ventajas y desventajas de relacionar esta noble actividad con el desarrollo rural.

No debemos de perder de vista que en la actualidad un 45% de la población mundial vive en zonas rurales (principalmente en Asia y África) donde su principal manera de supervivencia está basada en el uso de los recursos naturales de estos lugares tales como la ganadería, agricultura, caza o pesca y por difícil que parezca, estas actividades han tomado una mayor fuerza económica y social mismas que tienen que ver con el turismo rural.

Según estimaciones de la CEPAL, en América Latina y el Caribe durante el 2016 la pobreza alcanzaba al 48.6% de la población y más de un 22% vivían en pobreza extrema, puntos que acarrean otro tipo de problemas como la migración, inseguridad alimentaria, desnutrición, vulnerabilidad ambiental, violencia e inseguridad entre otros.

Tristemente la pobreza a nivel global se da en las zonas rurales y por esto, si el turismo impulsa el crecimiento y el desarrollo de regiones se debe de empezar a mirar fuera de las grandes ciudades en el mundo, se debe de trabajar para que la comunidad más pequeña pueda ser candidata a recibir los múltiples y variados beneficios que el turismo pueda aportarle.
Por esto el año pasado en la reunión del consejo ejecutivo de la OMT se anunció que el lema del día mundial del turismo de este año sería “Desarrollo Rural y Turismo” quien por primera vez en la historia tendría como sede a un bloque de naciones: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros del mercado común del sur (MERCOSUR).

Si logramos aterrizar este concepto en nuestro país, de seguro ayudaríamos con el desarrollo de muchas regiones donde se padecen desde hace tiempo los problemas antes mencionados. Definitivamente hay mucho por hacer y el reto es mayúsculo por lo que sin duda debemos trabajar en la actualidad no solo en las zonas rurales, sino en los lugares más marginados de las grandes concentraciones urbanas para dejar atrás la pobreza y marginación que se vive en dichos sitios.

Con gran acierto, Colombia es pionero en el desarrollo del Turismo de Barrios, donde su objetivo es mejorar las condiciones sociales y económicas de los rincones más conflictivos y olvidados de las ciudades más importantes de ese país.

Claro está para ellos que los barrios populares son áreas mayoritarias en Colombia y por supuesto en América Latina, estos exhiben dinámicas urbanas, sociales y culturales con el sello particular de la zona. Desafortunadamente y sin importar su tamaño o impacto, estos asentamientos han sido ignorados en cuanto a su contribución a la ciudad y ante toda estrategia turística existente. Teóricamente estas áreas no ofrecen nada, solo pobreza y problemas.

Una investigación colombiana muestra lo contrario y se cree que estos territorios urbanos pueden contribuir activamente al desarrollo turístico y de marca de ciudades en nuestro continente; en pocas palabras, los barrios de nuestras ciudades pueden ayudar a hacer una estrategia de turismo y de marca mucho más justa, real y auténtica.

Para ellos los asentamientos informales no solo constituyen un gran porción de las ciudades de América Latina, sino que también son parte dinámica de ellas en términos físicos, sociales y culturales; argumentan también que desgraciadamente la informalidad que se vive en las ciudades está directamente relacionada con la ciudad como un todo, a todas las escalas y en todos los niveles. En países como México, lo informal o popular se puede reconocer como una estrategia que las personas usan para enfrentar sus realidades económicas diarias y, por supuesto, hace referencia a aspectos sociales y culturales.

Se viene tan importante esta tendencia que una de las novedades de la secretaría de turismo de la CDMX a finales del año pasado fue el lanzamiento del programa “turismo de barrio” y pretende la descentralización de la oferta turística de esta metrópoli con la frase “volveremos a ver lo que dejamos de ver”.

Inspirado en el éxito obtenido en Colombia, la tropicalización en la CDMX se pretende hacer enfocada en las alcaldías Gustavo a. Madero, Venustiano Carranza, Coyoacán, Xochimilco, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac y Milpa Alta donde la propuesta es en esencia ser llamativa, rica y cultural económicamente hablando.

Es lógico que como piloto haya algunos puntos que se tendrán que tomar en cuenta si se quiere una exitosa implementación tales como:

a) Una estrategia sólida en materia de transporte y seguridad.

b) Considerar fechas de celebraciones locales.

c) Trabajar en infraestructura y planeación necesarias para la atracción de turistas a la zona oriente de la CDMX.

Finalmente y como idea o comienzo no es nada disparatado. Si se organizan las cofradías para la procesión del silencio en Zacatecas desde hace tantos años, considero se pudiera hacer mas no solo en la capital sino en los municipios de todo el país.

Hasta la próxima.

[email protected] | @rmunozc1970




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