No está lejos de la verdad decir, que muchas veces el peor enemigo del progreso de Zacatecas somos los propios zacatecanos. Tenemos tatuada la idea de que lo mejor es que nada cambie, que todo siga igual; que no haya otras empresas que las de los zacatecanos. Un buen ejemplo es lo de la obra … Leer más
No está lejos de la verdad decir, que muchas veces el peor enemigo del progreso de Zacatecas somos los propios zacatecanos. Tenemos tatuada la idea de que lo mejor es que nada cambie, que todo siga igual; que no haya otras empresas que las de los zacatecanos. Un buen ejemplo es lo de la obra del mercado Gonzalez Ortega. La obra se suspende porque a algunos no les conviene que se haga. Es decir, asustamos al progreso, no vaya a ser que nos haga daño.
Imagen Zacatecas – Redacción