Logo Al Dialogo

¿Buen Fin? 

¿Buen Fin? 

Esta columna, por lo menos en una ocasión, ya habló sobre el escaso espíritu empresarial que tiene gran parte de los comerciantes y prestadores de servicios zacatecanos. Lo visto durante el pasado Buen Fin impulsa a regresar al tema. Domingo y lunes la mayoría de los comercios situados en el Centro Histórico se mantuvieron cerrados. … Leer más

Redacción Zacatecas
|
19 de noviembre 2013

Esta columna, por lo menos en una ocasión, ya habló sobre el escaso espíritu empresarial que tiene gran parte de los comerciantes y prestadores de servicios zacatecanos.

Lo visto durante el pasado Buen Fin impulsa a regresar al tema. Domingo y lunes la mayoría de los comercios situados en el Centro Histórico se mantuvieron cerrados. Quejas y lamentaciones se oyeron constantemente de personas ávidas de ver escaparates con espectaculares y llamativos anuncios de ofertas.

Nada de eso. Los pocos que abrieron sus puertas lo hicieron como si fuera un día rutinario, sin darse cuenta de que millones y millones de pesos fueron gastados en publicidad tanto por el Gobierno Federal como por gobiernos locales.

Esos mismos comerciantes apáticos son los que gritan y suplican a las autoridades municipales que se impida el arribo de ferias de calzado o de ropa. Zacatecas para los zacatecanos es el lema que esgrimen y a veces han logrado obstaculizar la llegada de comerciantes provenientes de otros estados, donde la competencia es real y muy fuerte.

Esos trashumantes sí que son emprendedores. Se arriesgan a todo: a robos en las carreteras, el repudio de los comerciantes establecidos, el fracaso en ventas, y además, malviven. Su trabajo se da en condiciones muy difíciles. Aun así, teniendo todo en contra, casi siempre les va bien. Seguramente mejor que a los que aquí se sientan con aburrimiento y pesadumbre a esperar que la clientela caiga. Y no cae, por eso casi siempre quiebran en menos de un año.

En cambio, las grandes cadenas comerciales se convierten en un catálogo de estrategias inteligentes, creativas y muy atractivas, para enganchar compradores. Venden en abundancia, hasta lo que los consumidores no necesitan. Son los triunfadores.

Esas actitudes pusilánimes, apáticas, no son exclusivas de los dueños de tiendas. La comparten los restauranteros. Mucho se esfuerza la Secretaría de Turismo en ofrecer y dar capacitación a todo el personal de esos negocios, pero parece que a los empresarios únicamente les importa tener una certificación, porque se cuentan con los dedos de una mano los comederos donde hay excelente atención, buen servicio y precios razonables.

Eso sí, los precios son de lujo. Son capaces hasta de cuadriplicar el precio de una botella de vino, por ejemplo, pero en cuanto a servicio y atención son pésimos.

Por esto y más son escasos los negocios de zacatecanos que encuentran verdaderas vías de prosperidad.

Viene Navidad y su oleada de compradores cargados de billetes. Ojalá el comercio local se prepare para mejorar estrategias de venta y de servicios y la derrama económica por los aguinaldos se quede en nuestra tierra.

Lo cierto es que mientras nuestros empresarios no sean realmente empresarios, seguirán condenados al fracaso.
 

Imagen Zacatecas – Ricardo Gómez Moreno

Más Leídas
reproductor
Tik tak zac S.A. de C.V.- De no existir previa autorización por escrito, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos de este portal.