El ponteduro, dulce de la gastronomía jerezana

El ponteduro es un producto gastronómico muy antiguo y propio de Jerez y que hoy se comercializa gracias a Gloria Verónica Quiñones Morales, quien rescató la elaboración. Relata que la receta la heredó de sus abuelos, quienes tenían la costumbre de hacer una bandeja cada semana para recibir a familiares y amigos. Sin embargo, por … Leer más

El ponteduro es un producto gastronómico muy antiguo y propio de Jerez y que hoy se comercializa gracias a Gloria Verónica Quiñones Morales, quien rescató la elaboración.

Relata que la receta la heredó de sus abuelos, quienes tenían la costumbre de hacer una bandeja cada semana para recibir a familiares y amigos.

Sin embargo, por algunas décadas el producto ya no fue realizado por las familias jerezanas ni para su venta.

La población más joven lo desconocía y solo los abuelos recordaban el producto, por lo que Quiñones Morales se dio a la tarea de revivirlo.

El nombre de ponteduro surge por la forma en que queda el producto ya terminado, pues queda  con una cobertura de piloncillo dura, pero sabrosa.

La receta original es con maíz dulce, que ya no se cosecha, es muy poco lo que puede conseguir.

Además se mezclan cuatro ingredientes: maíz pozolero, semillas de calabazas, cacahuates y nuez.

Cada ingrediente se tuesta por separado y a la nuez solo se le da una ligera pasada.

Después, los productos se colocan en recipientes por separado y se diluye en 200 mililitros de agua una barra de piloncillo hasta que quede como un jarabe.

Posteriormente se vacía  el jarabe a otro recipiente  en el que ya están mezclados los demás ingredientes.

Al principio se crea una textura rasposa, después de cinco minutos de mezclar todo se vuelve a menear y queda chicloso, pero se trabaja en la mezcla hasta que quede duro.

El sabor del producto es muy parecido  al garapiñado, ya que es dulce, pero la diferencia es que no empalaga, ya que es dulce suave.

El ponteduro no solamente se puede comer en botana, también se puede moler y  hacer atole.

Puede acompañar yogurt y fruta y combinado con granola ofrece un sabor único.

La botana está en venta en la casa museo Ramón López Velarde.

Los  turistas que vienen y lo prueban quedan fascinados por su sabor.

Imagen Zacatecas – José Manuel Pereyra Berumen