La Reforma Tributaria que sueña AMLO

Luis Enrique Mercado.
Luis Enrique Mercado.

Todos los presidentes de la República han deseado, e intentado, hacer una Reforma Tributaria que aumente los ingresos del Estado para no depender ni del petróleo ni de la deuda como fuentes de financiamiento del desarrollo del país. Es una realidad, que México es de los países con menores ingresos tributarios en el mundo. El … Leer más

Todos los presidentes de la República han deseado, e intentado, hacer una Reforma Tributaria que aumente los ingresos del Estado para no depender ni del petróleo ni de la deuda como fuentes de financiamiento del desarrollo del país.

Es una realidad, que México es de los países con menores ingresos tributarios en el mundo.

El gobierno mexicano recauda apenas el equivalente al 13.4% del PIB, muy por debajo del promedio del 20% que recaudan los países latinoamericanos y muy lejos del 35% que vemos en los países de la OCDE.

Durante años, allá a finales de la década de los 70s y principios de los 80s, el gobierno se financio con deuda, hasta que en 1982 caímos en la insolvencia y México suspendió el pago de la deuda externa.

El descubrimiento de Cantarell, en ese mismo sexenio de López Portillo, permitió financiarnos con ingresos petroleros.

Pero eso también se acabó y hoy por hoy, los ingresos petroleros representan solo el 3.8% del PIB. Frente a ese panorama, los requerimientos financieros del sector público llegaron ya al 54.7% del PIB y para 2021 la deuda total del país alcanzará el 59.8% del Producto Interno Bruto.

Por eso en todos los sexenios se ha querido realizar una Reforma Tributaria que mejore esos números y evite la dependencia del endeudamiento y de los ingresos petroleros.

Lo intentó Vicente Fox y fracasó en una ruda pelea en la Cámara de Diputados; lo mismo pasó con Felipe Calderón cuando trató de dar los primeros pasos en favor de un IVA generalizado; Enrique Peña Nieto hizo una tímida reforma tributaria en 2014 y López Obrador llegó con la promesa de no crear nuevos impuestos ni aumentar los ya existentes.

Ningún mandatario de la época reciente ha tenido tantas posibilidades como López Obrador para realizar una reforma tributaria integral. Su mayoría en la Cámara de Diputados, que ningún presidente ha tenido desde los primeros tres años de gobierno de Ernesto Zedillo, le abren la puerta para realizar esa reforma impositiva con que han soñado todos los presidentes mexicanos en los últimos 50 años.

Hasta ahora, lo único que ha hecho este gobierno es tener un SAT más rudo, llegando incluso al terrorismo fiscal.

Pero necesitan mantener la mayoría en la Cámara de Diputados para hacer una reforma tributaria que se convierta en una de las columnas de la Cuarta Transformación del país.

El único problema es que AMLO no planteará un cambio impositivo donde todo mundo pague impuestos, sino donde los “ricos” y las empresas sean quienes paguen impuestos para que el gobierno tenga dinero para financiar a los pobres.

Ese es el gran sueño de la 4T y por eso, la mayor preocupación de AMLO no es ganar las gubernaturas de los Estados, sino mantener la mayoría en la Cámara de Diputados para hacer la gran reforma tributaria de la 4T y que empresarios y “ricos” paguen los programas sociales de este gobierno con más y mayores impuestos.

* Twitter: @jerezano52




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