¿Por qué hay que hacerse ver para ser tomadas en cuenta?

La invisibilidad de la víctima es la negación sistémica de todos a algo que es ilegal y nos da como consecuencia la normalización del delito cometido, esto   no tiene que ser a escondidas basta con el silencio y/o sometimiento, para ejemplo el asesinato de Juan Carlos Muñiz, en el discurso sobra la demagogia, pero en los hechos se llevaron el cuerpo dentro del taxi en que fue ultimado y así se hace valer más la simulación que la investigación.

Para este M8 se esperan protestas a favor de justicia para las desaparecidas, auxilio a las víctimas, equidad para todas y reconocimiento del valor que tiene cada persona; pero ¿por qué salir a las calles? Acaso es porque no se confía en las instituciones para denunciar lo que sucede en los hogares y en los trabajos, porque no hay alguien a quien recurrir, esto nos obliga a todos a ocuparnos de las personas vivas y no solo preocuparnos por las que ya no tienen voz.

Que el opresor se ríe de las pintas, los gritos y las demandas, por que se sabe mas protegido él con la impunidad que ellas con las leyes y sus derechos básicos que les da su humanidad.

Sin embargo, si tu callaras las piedras gritarían, si tu no denuncias la maldad ya no habría quien nos salvara de ella y si tú te cansas no hay nadie mas que trabaje por un mundo mejor.

Válgame este pensamiento para ti madre por nunca cansarte de esperar, de amar y de perdonar; válgame estas palabras para ti esposa que solo das todo de ti para tu familia, también para ti hermana que en tu padecer diario encarnas a la realidad mexicana de la alegría a pesar de tanto sufrimiento.

Y a ti que en silencio escuchas, que no buscas la caridad solo para la foto con la que actualizaras tu estado, que te sabes segura de tus causas y de tus convicciones, mantén la fe en la humanidad, aunque te distorsionen cada mañana el humanismo, sigue creyendo en un mundo mejor y muéstranos como logarlo, que tu soledad no sea tu refugio sino tu libertad y que sin depender de alguien más te sobren motivos para ser feliz.

No es un día, ni una vida, es para siempre y  se requiere sumarse a una convicción muy sencilla, muy básica, que todos somos humanos y que en la diferenciación inicia la discriminación.