Cash y Punto Final

En los últimos meses, en varias ocasiones se ha dedicado este espacio a enlistar los problemas que detonarán una grave crisis económica en nuestro país. ¿Cuáles serán los sectores más perjudicados y los que habrán de resentir primero los efectos de la quiebra?

Por la manera de conducir el gobierno, las decisiones políticas e inversiones públicas como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas, era evidente que el Gobierno de la República entraría en crisis por falta de liquidez, pero no creímos que tan rápido.

Como hemos mencionado, toda empresa, persona o gobierno se paraliza económicamente cuando deja de tener liquidez, incluso puede estar endeudado, pero mientras el dinero siga fluyendo tendrá la oportunidad de producir, generar ganancias o al menos pagar gastos irreductibles.

Y es precisamente lo que está ocurriendo en la administración pública federal, se está quedando sin liquidez, sin cash; la desaceleración económica previa a la pandemia, la caída en las inversiones privadas y la pandemia en sí, han propiciado una fuerte caída en los ingresos del gobierno y lo poco o mucho que sigue captando se destina principalmente para cubrir las pérdidas de Pemex, de la Comisión Federal de Electricidad y para financiar el Aeropuerto de Santa Lucía, el tren y la refinería.

Tan solo en los tres primeros meses de 2020, Pemex perdió más de 562 mil millones de pesos (casi 20 veces el presupuesto anual de todo el Gobierno del Estado de Zacatecas), y de manera legal, pero discrecional la Secretaría de Hacienda ha transferido recursos extras a la paraestatal y a las mega obras del sexenio.

El gobierno está gastado más en obras y en financiamiento de empresas paraestatales, pero está recibiendo menos dinero.

El gasto corriente de la administración pública federal ha sido recortado en un 75%, los estados padecen cada vez más los retrasos y recortes en las participaciones, prácticamente todos los programas federales que no tengan que ver con becas, Pemex o las mega obras mencionadas tienen recortes y en el peor caso, son eliminados.

La falta de liquidez del Gobierno Federal no tarda en traducirse en carestía, tendremos un enorme capital humano e infraestructura desperdiciada porque no habrá qué administrar, qué operar y qué entregar.

Punto Final

Aún con todo el poder, los gobiernos pueden quebrar.

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