Las redadas y los derechos humanos

Amigas y amigos que siguen este espacio de opinión, como cada semana, los saludo con gusto, soy su amigo Saúl Monreal Ávila, senador de la república, en los últimos días, el Departamento de Inmigración estadounidense ha llevado a cabo una serie de redadas en diferentes partes del país, deteniendo a cientos de personas sospechosas de estar en situación irregular aun sin tener elemento alguno, ya sea para su detención arbitraria o menos para su consignación por delitos no cometidos, no verificados, son detenciones ilegales y violatorias de los derechos humanos. Estas acciones han generado un clima de miedo y ansiedad entre la comunidad inmigrante, especialmente entre los mexicanos, recordemos también que hay una gran cantidad de zacatecanos o descendientes de nuestro estado que viven y trabajan en Estados Unidos.

Las redadas antiinmigratorias han tenido un impacto devastador en la comunidad mexicana en Estados Unidos y sin duda, tendrán un gran impacto en la economía de nuestro vecino. Muchas familias se han visto separadas, y personas que han vivido y trabajado en el país durante años han sido detenidas y deportadas. Esto ha generado un sentimiento de inseguridad y miedo entre la comunidad, lo que ya tiene consecuencias en todos aspectos.

Para los zacatecanos que viven en Estados Unidos, las redadas inmigratorias han sido especialmente dolorosas. Muchos zacatecanos han emigrado a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades económicas y han trabajado duro para construir una vida en el país. La posibilidad de ser detenidos y deportados es un miedo constante que afecta su vida diaria y su capacidad para enviar remesas a sus familias en Zacatecas, ya hemos hablado de la importancia de las remesas, no solo a nivel familiar, sino de su impacto multiplicador y como beneficia al entorno económico de quienes las reciben.

Las redadas inmigratorias y la detención y deportación de trabajadores inmigrantes afectarán la economía local y nacional, ya que muchos de ellos contribuyen al crecimiento económico a través de su trabajo y consumo. Además, la separación de familias puede tener consecuencias negativas en la salud mental y emocional de los niños y adultos afectados.

Es importante que las autoridades mexicanas y estadounidenses trabajen juntas para encontrar soluciones que protejan los derechos y la dignidad de los inmigrantes. Es necesario que se implementen políticas que permitan a los inmigrantes vivir y trabajar en Estados Unidos de manera segura y digna, sin temor a ser detenidos y deportados.

Nosotros desde el senado, ya lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo, no solo el llamado, sino la implementación de políticas públicas que puedan respaldar verdaderamente a nuestros connacionales y a los migrantes en general, pues las deportaciones, la persecución y el hostigamiento, de una u otra manera viene a recaer en México por ser vecino de fronteras.

Hoy más que nunca, a nivel federal, estatal y municipal, es importante que se prevea y tomen medidas para proteger los derechos y la dignidad de los inmigrantes y se implementen políticas que promuevan la inclusión y la justicia social. Así como que los gobiernos se preparen para las probables repatriaciones, es tiempo de ver todos los escenarios mientras luchamos por los derechos con leyes, programas y atención del estado mexicano.