La revocación de mandato: una oportunidad para la democracia participativa

Mucho se ha hablado sobre la revocación de mandato, ese ejercicio en el que un gobernante le consulta a sus electores si debe seguir o no en el cargo, buscando fortalecer la democracia y la legitimidad que puedan tener las autoridades en funciones. Usted recordará, estimado lector, que el 10 de abril del año pasado tuvimos en México, la oportunidad histórica de ejercer, por primera vez, este derecho.

Según su definición, la revocación de mandato es el acto mediante el cual la mayoría absoluta de los ciudadanos en ejercicio pleno de sus derechos, habitantes de un pueblo o región cualquiera, tienen derecho para recusar el nombramiento de autoridades. No se trata solo de elegir a nuestros gobernantes cada cierto tiempo, sino también de vigilarlos y sancionarlos si no cumplen con sus obligaciones.

Apenas el noviembre pasado, la LXIV Legislatura en Zacatecas, aprobó integrar la figura de revocación de mandato en la Constitución local. Esto derivado de la necesidad que se tenía en la entidad de armonizar la normativa estatal con las disposiciones federales, luego de que esta se regulara por el Congreso de la Unión.

En Zacatecas sabemos que el proceso de revocación de mandato es una expresión de la democracia participativa, que complementa a la democracia representativa. Por ello, hace unos días hice un pronunciamiento público para respaldar esta herramienta que tienen los ciudadanos. No es justo que la sociedad se vea obligada a tolerar gobernantes mediocres, que no den resultados.

Desde Fresnillo, hacemos un llamado a todos los zacatecanos y zacatecanas para analizar, opinar e involucrarse en el debate sobre este y otros ejercicios demostrativos. Independiente de la opinión que se pueda tener de los gobernantes, hacer uso de las herramientas que tienen los ciudadanos es una de las mejores vías que tenemos para fortalecer nuestras instituciones y el sistema político que nos rige.