La representación Real

Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.
Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.

Mi objetivo es estar más cerca de la gente, escuchar sus necesidades y comprender sus preocupaciones.

Amigas y amigos que siguen este espacio, como ustedes saben, hace unos días he solicitado licencia al cargo de presidente municipal de Fresnillo, luego de esto, he emprendido un recorrido por los diferentes municipios del estado de Zacatecas.

Mi objetivo es estar más cerca de la gente, escuchar sus necesidades y comprender sus preocupaciones. En este viaje, me he dado cuenta de una realidad que no podemos ignorar: los representantes populares y específicamente los senadores, están alejados de los ciudadanos. 

En un sistema democrático, los senadores son representantes del pueblo. Deben ser la máxima voz de quienes los eligieron, pero lamentablemente, en muchos casos, parecen haber olvidado su papel fundamental. Se han alejado de las calles y las comunidades, sumergiéndose en los pasillos del poder y las negociaciones políticas. Esto es algo que considero lamentable, pues es una visión que yo no comparto. 

En estos días, he recorrido plazas, mercados y colonias. He conversado con amas de casa, comerciantes, jóvenes y ancianos. He escuchado sus historias, sus sueños y sus preocupaciones. Y lo más importante, me doy cuenta de la realidad en los otros municipios y la gente se siente escuchada, me da gusto que me tengan esa confianza gracias al resultado de nuestro trabajo, en las más de 2 mil obras realizadas durante mi gestión, las que son prueba de nuestro compromiso con el bienestar de las familias. 

Desde pavimentaciones hasta domos escolares, demostramos que se puede gobernar con cercanía y eficiencia. No se trata solo de inaugurar obras; se trata de entender las necesidades reales de la gente y trabajar para satisfacerlas. Fresnillo hoy tiene rumbo gracias a su estabilidad económica y una buena administración. 

En contraste, algunos representantes, específicamente en el senado, parecen haber perdido esa conexión con la gente. Sus discursos suenan vacíos, sus acciones distantes. Es hora de recordar que el poder no es un fin en sí mismo; es un medio para servir al pueblo. Los ciudadanos merecen representantes que estén presentes, que escuchen y actúen en su beneficio. 

Estoy seguro que es posible hacer política desde la cercanía. Mi recorrido por Zacatecas es un botón de muestra: no basta con ocupar un cargo; hay que estar al lado de quienes confiaron en nosotros y recordar siempre que la política es servir a la gente, no alejarse de ella. 

Gracias, nos leeremos en la próxima colaboración.




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