En dos semanas
Los que votaron por Morena y su “cuarta transformación” no tienen idea de lo que hicieron.
“Y así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”.
No siempre donde la ficción se encuentra con la realidad las cosas resultan bien. Cito la frase anterior del Episodio III de la Saga de Star Wars -como muchos lo han hecho- para referirme a lo recientemente ocurrido en nuestro país y que es del conocimiento de todos: la reforma al agonizante Poder Judicial como lo conocemos.
No pretendo enfrascarme en una discusión al respecto con nadie, pero tengo clara una cosa, y espero que usted también la tenga: al Poder Legislativo le tomó DOS SEMANAS modificar la constitución para darle una estocada de muerte al único obstáculo que le representaba hacer de México -y en México- lo que le venga en gana. Por favor, tiemble de miedo, ya no hay contrapesos.
Los que votaron por Morena y su “cuarta transformación” no tienen idea de lo que hicieron. Literalmente le endosaron lo mucho -o poco- de lo que son dueños a un puñado de mafiosos que pueden hacer de México lo que les plazca.
En un último y muy débil esfuerzo por evitar este terrible descalabro, un juez federal ordenó no publicar la reforma a la constitución en el Diario Oficial, demorando un tanto su entrada en vigor. ¿Sabe usted qué pasó? Que el demente en el poder se pasó aquello por el arco del triunfo y de todos modos cumplió su capricho y la publicó el pasado 15 de septiembre. Así realizó lo único de todo lo que se propuso, aquello por lo que será recordado durante mucho tiempo: redactar el epitafio de una libertad que el país gozaba desde hace más de doscientos años.
Debo de decirle a usted que las fiestas patrias de este año tuvieron para mí un sabor amargo: no pude gritar “¡Viva México!” porque justo lo estoy viendo morir. Habrá más de alguno que, leyendo este texto, piense: “ese Ciudadano de a Pie es bien exagerado” pero déjeme que le diga algo: La reforma constitucional al Poder Judicial es sólo el principio, créame, es lo que menos me preocupa en este momento. Lo que me produce un auténtico pánico es el músculo que ha mostrado este engendro que los mexicanos han concebido -me excluyo-: puede hacerle a la ley LO QUE QUIERA EN DOS SEMANAS ¿De veras a usted no le llena de terror? Está siendo gobernado por un grupo de resentidos, abominablemente ambiciosos e implacables políticos que lo tienen agarrado mejor no le digo de dónde.
México, como lo conocíamos, ya no existe. La “cuarta transformación” parece haberse conseguido, no sé si como se concibió, pero no augura nada bueno. Va siendo tiempo de poner las barbas a remojar porque las del vecino se están viendo cortar y quién sabe cuál sea el siguiente movimiento en un tablero de ajedrez en el que una de las partes ha perdido ya sus mejores piezas.