Territorio de violencia

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Con un diagnóstico adecuado, se dará una respuesta más efectiva, la única forma de enfrentar este problema es diseñando estrategias integrales que consideren los múltiples factores.

La crisis más grave que actualmente vive nuestro país y estado es la violencia a causa del crimen organizado. La narcoviolencia es un problema altamente complejo y multifactorial que no admite análisis simplistas. Cuestiones económicas, sociales, culturales, políticas y geográficas son algunos de los factores que inflaman este incendio. Nuestro país se extiende por 2 millones de kilómetros cuadrados. Alemania podría caber más de 5 veces aquí. Esa extensión es enorme para un aparato de gobierno no tan robusto históricamente como ha sido el mexicano.

Sumando a esto, desde el movimiento de Independencia, el poder político mexicano se ha centralizado, más que nada por usos prácticos. El centro de gravedad del país se sitúa alrededor del Valle de México y en concreto en la CDMX. Hay que tener en cuenta que esta área metropolitana es en sí misma un país de más de 20 millones de habitantes y, aquí es donde radica el núcleo político y económico del país.

Esto no es por casualidad sino porque nuestra región con características muy apropiadas para el mantenimiento de grandes masas de población. Su posición topográfica lo convirtieron en trono natural de la nación al localizarse en el vértice de las sierras madres. Esto provoca que el poder de este núcleo se vaya diluyendo conforme nos alejamos hacia el norte. Los desiertos y el escarpado terreno hacen que se dificulte proyectar poder hacia las regiones norteñas. Y, como bien saben, el poder no admite vacíos.

Desde el centro hasta el norte hay grandes extensiones de territorio, pero, a su vez, no tan densamente poblados. Escasas poblaciones hacen que los aparatos gubernamentales estén debilitados y el número de efectivos de las fuerzas de la ley sean pocos. El resultado de esto es una especie de narcofeudalismo, donde cada grupo criminal está presente de manera profunda en cada aspecto de los territorios que controla.

Sin una línea directa de suministros y refuerzos centrales, los poderes locales tenemos poco margen de maniobra para combatir a las organizaciones criminales que, tienen un poder militar que rivaliza con ejércitos regulares. De igual manera el narcotráfico, como actividad económica, es un fenómeno contra cíclico, esto quiere decir que, a diferencia de otros sectores, cuando hay crisis económicas en vez de perder potencia aumenta su tamaño. Al haber pocas oportunidades de empleo o de emprendimiento, esta empresa ilegal ofrece la posibilidad de subsistencia.

Basta ver como la violencia se recrudeció tanto en 2008 en nuestro estado así como ahora con la recesión producto de la pandemia y crisis de la ruptura de los valores internos. Confío que, con un diagnóstico adecuado, podremos dar una respuesta más efectiva, toda vez que la única forma de enfrentar este problema es diseñando estrategias integrales que consideren los múltiples factores, no sólo tácticos, sino también geopolíticos internos. Como todo problema complejo, no admite soluciones sencillas.

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