Respeto e inclusión

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Podemos tener diferencias de sistema económico y social, pero aun así debemos vivir en paz y cooperar con nuestros todos.

Cuando tenemos el pensamiento de beneficiar a todos y no hacer daño a nadie, esto nos produce un estado de ánimo alegre, que hasta contribuye a que estemos en buena forma física y garantiza un mejor descanso y sueño profundo. En todo el mundo se habla de paz, tanto en la primera y la segunda guerras mundiales del siglo pasado hubo gran violencia. Se utilizaron muchas armas para matar y destruir. Pero no basta con declarar que hay que poner fin a la guerra, si nuestro objetivo sigue siendo nuestra propia victoria y la derrota de los demás, ya que todos formamos parte de la sociedad humana y que todos dependemos unos de otros. Aunque tengamos diferentes formas de pensar, eso no es excusa para pelearnos unos con otros. Necesitamos tener conciencia de la unidad de la humanidad y deseo de establecer la paz. Hoy en día, debido a que todos somos mucho más interdependientes, necesitamos una fuerte conciencia de hermandad.

Desde que nacemos, todos nos nutrimos de amor y afecto. Los niños responden abiertamente a sus semejantes sin discriminación alguna. Sólo cuando crecen aprenden a distinguir a unos de otros. Podemos tener diferencias de sistema económico y social, pero aun así debemos vivir en paz y cooperar con nuestros todos. Debemos pensar en términos de beneficio mutuo, no en términos de «nosotros» y «ellos». No basta con hablar de paz, la verdadera paz mundial sólo llegará cuando reduzcamos la arrogancia, los celos, la ira, el odio y aumentemos nuestra conciencia del respeto, inclusión, tolerancia y compasión.

Un consejo es que intentemos ser afectuosos, es algo básico en la naturaleza humana desde que nacemos. Por ejemplo al principio de nuestras vidas, cuando somos niñ@s, solo deseamos jugar, no deseamos luchar, pero a medida que crecemos, aprendemos a pensar en términos de “nosotros” y “ellos”. Creo que el sistema de educación actual, no ayuda a formar la sensibilidad en los valores internos, porque nos hace materialistas y egoístas, En su lugar, deberíamos pensar en todos los seres humanos como parte de “nosotros”.

Si nos esforzamos todos podremos desarrollar cualidades y día a día progresarán en nuestra forma de relacionarnos con respeto, inclusión y tolerancia. Es importante familiarizar nuestra mente con estas prácticas, y así ver una transformación en nuestro interior. El apego y la ira no forman parte la naturaleza de la mente. Si lo hicieran, no tendríamos ninguna otra experiencia. Pero, en realidad, las emociones negativas son sólo temporales, mientras que el respeto y la inclusión se fortalecen con el conocimiento, porque la naturaleza básica de la mente es la claridad y la conciencia. ¿Es posible reducir las emociones nocivas y derrotarlas? Sí que lo es. La ignorancia, por ejemplo, no es parte de la naturaleza de la mente, pero es a causa de la ignorancia, de percibir los fenómenos como inherentemente existentes, que surgen en nosotros la ira y el odio y hacen que tengamos una visión subjetiva de la realidad.

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