La meditación analítica
El problema actual que vive nuestra sociedad, es la falta de orden en las emociones.
Lo importante en términos de preservar la ética y practicarla es que la enseñanza florezca dentro de nosotros. Comprender la realidad implica llegar a comprender que los fenómenos no existen tal como nos parecen: sólidos e independientes, su existencia es meramente designada. Hoy en día hay muchas personas en países tradicionalmente budistas que están renovando su interés en lo que enseñó Buda porque es similar a la ciencia. A su debido tiempo, es posible que analicen su vida hacia atrás y vean que lo que inicialmente pensaron que era inalcanzable, cultivar la mente altruista que despierta y una visión clara de la vacuidad, después de todo puede lograrse.
Cultivar un buen corazón trae beneficios para uno mismo y para los demás. Te lleva a mostrar a los demás amor y afecto. La educación moderna tiende a centrarse en el desarrollo material descuidando los valores internos. Pero si puedes cultivar un buen corazón, eso te traerá tranquilidad. Si se tiene un buen corazón, descubrirás que, naturalmente, atraerá más amigos. Lo crucial es combinar la compasión por los demás con la comprensión de que las personas y los fenómenos están vacíos de existencia inherente.
Creo que esto es el problema actual que vive nuestra sociedad, la falta de ordenar las emociones. Ser amable con los demás, es una verdadera fuente de felicidad, la paz en el mundo no se logrará gracias a resoluciones y declaraciones oficiales, sino a que los individuos desarrollen un buena práctica de sus creencias y no las dejen en mero ritualismo. Por ejemplo, el experimentar el amor y el cariño de nuestra madre al comienzo de nuestras vidas es, en última instancia, la base sobre la cual podemos construir la paz en el mundo. La esencia de una buena vida es tener afecto siempre por los demás.
Es importante examinarnos a nosotros mismos y preguntarnos dónde estamos?. ¿Dónde está el sentido del “yo” que parece controlar nuestro cuerpo y nuestra mente? Siempre hay personas que trabajan para ayudar a los demás, pero no existe un yo independiente y sólido como parece haber. Tenemos que generar una concentración mental para contrarrestar las opiniones erróneas. Para ello también es necesario cultivar la meditación analítica. La meditación analítica es contemplar el significado de una instrucción espiritual que hemos escuchado, leído o que alguien nos compartió. Al contemplar tales instrucciones profundamente llegamos a la conclusión definitiva que surja un estado mental virtuoso específico.
En esta meditación analítica se trata de concentrarnos en un objeto, situación o concepto (la compasión por ejemplo) y analizar todo lo que sabemos o podemos llegar a saber de ella, este tipo de meditación es considerada superior a la concentración.
La meditación analítica es un enfoque práctico, al inicio es una parte muy breve teórica y la otra más larga práctica.