La era de la mujer

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Las mujeres poseen una naturaleza empática y la capacidad de entender las emociones, con esto aportan una perspectiva única al tejido social.

Las mujeres tienen un papel particularmente importante que desempeñar en el desarrollo de la sensibilidad humana, la compasión y la no violencia, que todavía están ampliamente subdesarrolladas en el siglo XXI en las sociedades modernas donde se hace hincapié en la excelencia académica e intelectual y no en el desarrollo de cualidades humanas como la compasión o la tolerancia.

En la era actual la sociedad se ha centrado en la excelencia académica e intelectual, relegando a un segundo plano el desarrollo de cualidades humanas esenciales como la compasión y la tolerancia. Las mujeres desempeñan un papel crucial en el avance de estas cualidades, ya que su naturaleza empática y su capacidad de entender las emociones aportan una perspectiva única al tejido social. Es fundamental reconocer y fomentar el papel de las mujeres en la promoción de la sensibilidad humana y la no violencia para lograr una sociedad más equilibrada y compasiva.

En un mundo donde la competencia y el rendimiento son las métricas principales de éxito, se ha descuidado el desarrollo de la sensibilidad humana y la compasión. Las mujeres, con su innata capacidad de empatizar y comprender las necesidades emocionales de los demás, poseen un potencial invaluable para fomentar la no violencia y la tolerancia. Es esencial que la sociedad reconozca y valore este papel particularmente importante que las mujeres desempeñan en la promoción de una cultura de paz y comprensión mutua.

Las antiguas tribus nómadas eran igualitarias y no estaban gobernadas por jefes. Luego llegó la era de la agricultura sedentaria y el comienzo de la acumulación de riqueza. Surgieron algunas fuentes de problemas y se volvió necesario recurrir a líderes para mantener las cosas en orden. La fuerza física era esencial y, naturalmente, quedó establecida la dominación masculina.

Luego llegó la era de la educación, de la inteligencia y de la razón. Las mujeres y los hombres son iguales en estas áreas. Hoy en día, si bien sigue habiendo mucho progreso que lograr, hemos ingresado en la era de la igualdad entre hombres y mujeres. Si miramos hacia el futuro, parece que las cualidades esenciales que la sociedad necesitará son la afección, la preocupación por los demás, el altruismo y la compasión. Es claro que las mujeres están naturalmente más inclinadas a ser más solidarias y más compasivas que los hombres. Esto probablemente se deriva del instinto materno de cuidar a un niño que depende de ella, de preocuparse por su sufrimiento y su felicidad. Ante la necesidad de promover una sociedad más altruista, parece que podríamos estar entrando en «la era de la mujer«.

A medida que las sociedades modernas priorizan los valores materiales, se corre el riesgo de descuidar el desarrollo de cualidades humanas esenciales como la compasión y la no violencia. Las mujeres tienen un papel crucial que desempeñar en equilibrar este enfoque, ya que su capacidad innata para conectar emocionalmente con otros les permite promover la sensibilidad humana y la comprensión mutua. Reconocer y apoyar el papel de las mujeres en este aspecto es fundamental para construir una sociedad más inclusiva y pacífica.

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