Fideicomisos y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

El ejecutivo federal presentó un proyecto de ley con el cual pretende extinguir 109 fideicomisos creados por el propio gobierno federal para atender proyectos transanuales en el ámbito de infraestructura y problemas impredecibles como los desastres naturales. A partir de la propuesta, han satanizado los fideicomisos, han calificado como si fuera una bolsa secreta, perversa, … Leer más

El ejecutivo federal presentó un proyecto de ley con el cual pretende extinguir 109 fideicomisos creados por el propio gobierno federal para atender proyectos transanuales en el ámbito de infraestructura y problemas impredecibles como los desastres naturales.

A partir de la propuesta, han satanizado los fideicomisos, han calificado como si fuera una bolsa secreta, perversa, sin ningún tipo de regulación y a disposición de unos cuantos.

Lo anterior es completamente falso. Los fideicomisos atienden proyectos específicos, son un mandato legal y regulado que asegura la ejecución de proyectos más allá de los años fiscales.

Es cierto que hay muchos y de muchos tipos, pero la gran mayoría han surgido para atender problemas específicos en momentos determinados. Por ejemplo: había un fideicomiso de cultura, el cual le permitía operar al museo Manuel Felguérez en Zacatecas sin tener que pasar por la misma gestión año tras año.

Un museo con las particularidades del Felguérez y con las necesidades que representa, requería un apoyo que fuera más allá de un ejercicio fiscal, que le diera certidumbre, y sobre todo que le permitirá operar más allá de los trienios, sexenios o caprichos de los gobernantes en turno.

Los fideicomisos son mandatos con mucha mayor legitimidad, transparencia y vigilancia que los recursos del presupuesto de egresos que están limitados o condenados a una agenda política.

Los fideicomisos reciben recursos cuando existen posibilidades presupuestarias para que los vayan gastando conforme a sus necesidades, sin que tengan que pasar a revisión, aprobación y operación de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.

A diferencia del presupuesto federal y sus programas, los fideicomisos no permiten reasignaciones y sus recursos solamente pueden utilizarse para los fines destinados.

Además, permiten la participación de instituciones de gobierno, entidades de la sociedad civil y/o financieras.

Los fideicomisos, a diferencia del presupuesto federal, solamente pueden operar bajo la supervisión y aprobación de un comité técnico, el cual se integra por los beneficiarios y operadores; en todo momento el recurso es auditables, no son ínsulas.

Son más transparentes y ágiles que las bolsas operan los organismos de la administración pública.

Eliminar los fideicomisos será un duro golpe para centenas de proyectos sociales y culturales. Mientras que para el gobierno federal no representará ni siquiera medio punto del PIB.

Punto Final
Los partidos políticos son un vehículo, no un destino.
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