El contrabando de personas, tan redituable como el narcotráfico

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

La muerte de 55 centroamericanos que viajaban encerrados con otros 105 en un tráiler que se estrelló el jueves pasado cuando circulaba sobre la carretera Chiapa de Corzo-Tuxtla Gutiérrez y las caravanas de centenares de migrantes extranjeros que buscan llegar a la frontera norte de nuestro país, son eventos que deben obligarnos a todos a … Leer más

La muerte de 55 centroamericanos que viajaban encerrados con otros 105 en un tráiler que se estrelló el jueves pasado cuando circulaba sobre la carretera Chiapa de Corzo-Tuxtla Gutiérrez y las caravanas de centenares de migrantes extranjeros que buscan llegar a la frontera norte de nuestro país, son eventos que deben obligarnos a todos a prestar más atención al contrabando de migrantes que se da en México, delito que, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza de EEUU, ya es tan redituable como el tráfico de drogas.

A lo largo de la frontera México-EEUU, agentes de la migra estadounidense tuvieron 1 659 206 encuentros con migrantes en el periodo octubre 1 de 2020-agosto 30 de 2021, cuatro veces más que los que se registraron en el mismo periodo anterior. El número fue el más alto en la historia.

Para el gobierno de EEUU, estos encuentros resultan en: 1) expulsiones, en las que los migrantes son retornados inmediatamente a su país de origen o último país de tránsito, o; 2) arrestos, en los que los migrantes son detenidos en los EEUU, al menos temporalmente.

608 037 encuentros fueron con mexicanos, el 36.6% del total y los 1 051 169 restantes, o el 63%, fueron con personas de otros países, quienes de una manera u otra entraron al nuestro y llegaron a la frontera norte después de atravesar México.

De acuerdo con el país de origen de los migrantes, 18.6% eran de Honduras, 16.8% de Guatemala, 5.8% de El Salvador, 3.4% de Brasil, 3.0% de Nicaragua, 2.9% de Venezuela, 2.7% de Haití y 2.3% de Cuba.

Los encuentros con los migrantes mexicanos y los de los ocho países arriba anotados representaron el 92.1% del total.

El 7.9% restante fue con personas que llegaron a México desde tierras más lejanas. Por ejemplo, 4029 encuentros fueron con rumanos y 1366 con turcos.

Del total de encuentros, el 64.1% fue con adultos que viajaban solos, 27.2% con personas que viajaban en familia y 8.7% con niños que viajaban solos. De estos últimos estamos hablando de 144 834 menores de edad.

66% de los encuentros –1 095 076– resultaron en la expulsión inmediata de los migrantes, generalmente a México. El 34% restante –564 130– concluyeron en el arresto de estas personas, de éstas muchas fueron después deportadas a sus propios países o al nuestro.

¿Cómo pudieron tantas personas entrar a México y desplazarse luego hasta la frontera con EEUU?

La respuesta es obvia: con la ayuda de organizaciones criminales especializadas en el contrabando de migrantes que operan coludidas con funcionarios de diversas instituciones, entre ellas, el Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional, las fuerzas armadas, y los gobiernos y policías municipales y estatales.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señala que “el contrabando de migrantes es un delito con grandes beneficios y bajo riesgo de castigo para los delincuentes implicados. Los contrabandistas venden servicios ilegales y peligrosos a personas desesperadas (…) se aprovechan de las personas que necesitan escapar de la pobreza, los desastres naturales, los conflictos o la persecución, o la falta de oportunidades de empleo y educación, pero no tienen las opciones para migrar legalmente”.

Y como la mayoría de los que delinquen en México, rara vez acaban en la cárcel.




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