2022

Se habla de que el próximo año -ya muy próximo, por cierto- no va a ser un gran año en términos de crecimiento económico. Las cifras apuntan a que el 2021 crecerá cerca de un 6% contra 2020 y el 2022 quizás no llegará ni al 3%. Y es que, claro, el 2020 fue un año prácticamente perdido a causa de la pandemia de Covid 19 y resulta lógico hablar de un crecimiento contra ese año pero nos encontramos todavía muy lejos de regresar a las condiciones que tuvimos en 2019.

En resumen: no espere usted un buen año. Créelo. Si bien no es mucho lo que se puede hacer con respecto a lograr una mejor prosperidad económica todos tenemos que empujar el carro hacia adelante y trabajar en muchas cosas para darle al 2022 mejores personas. Cada uno conoce sus “áreas de oportunidad”, todos las tenemos. Y el próximo año nos ofrecerá la gran oportunidad de llegar al final del mismo diciendo: lo logré, logré cambiar tal y cual cosa de mi persona que me hace ser mejor, distinto.

Sí, tal vez me estoy refiriendo a los propósitos de año nuevo, por qué no. Todos los hacemos, pocos los cumplen. Pero hacerse ya un propósito es el primer gran paso hacia la transformación de nuestras personas. Y si hemos de hacernos propósitos, déjeme darle algunas ideas.

Más allá de los típicos propósitos de hacer ejercicio o bajar de peso yo creo que podemos proponernos estar saludables (en parte tiene mucho que ver con lo primero, ciertamente), ser más eficientes en nuestros trabajos, pasar más tiempo con nuestras familias, procurar acercarnos a una persona de la que nos encontramos distanciados (siempre habrá alguna, se lo aseguro), generar un pequeño ahorro para regalarnos de Navidad en el 2022 un viaje o dar el enganche de un auto nuevo, acercarnos a Dios a través de la práctica del culto religioso que profesemos, etc.

Dicen que el que no sabe a dónde va cualquier camino le lleva. Trácese una ruta y encamínese hacia un objetivo. Que sea muy feliz y obtenga la paz que merece en 2022. ¡Nos leemos entonces!