Conoce la romántica y trágica leyenda de las flores de cempasúchil
La flor de Cempasúchil es tradicionalmente utilizada para el Día de Muertos.
La flor de cempasúchil es muy conocida por su tradicional presencia en el Día de Muertos, 1 y 2 de noviembre.
Según la tradición, sirve para guiar a las almas hacia los altares, mismos que son colocados por los familiares de los difuntos.
El nombre cempasúchil proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” y significa “veinte flores” o “varias flores”; según la leyenda, la creo Tonatiuh, el dios del Sol.
La historia cuenta que Xóchitl y Huitzilin estaban enamorados desde que eran niños y juntos subían cada tarde a la montaña dedicada al dios del Sol.
Al llegar a la cima, depositaban una ofrenda de flores y cuando crecieron, ahí juraron amarse por siempre, a pesar de todo, incluso la muerte.
Tiempo después, cuando estalló la guerra, Huitzilin partió a luchar por su pueblo.
Pero murió en el enfrentamiento y las noticias llegaron de inmediato a su amada, quien pidió a Tonatiuh que la reuniera con Huitzilin.
El dios, agradecido por las ofrendas y movido por sus oraciones, lanzó un rayo que tocó suavemente la mejilla de la joven, cumpliendo así su petición.
La piel de Xóchitl se iluminó, transformándose en una flor de color amarillo intenso, tanto como los rayos del sol.
La flor estuvo cerrada por un tiempo, pero un día un colibrí la tocó amorosamente, provocando que abriera sus 20 pétalos, emitiendo un aroma misterioso y encantador.
La flor era Xóchitl y el colibrí Huitzilin, quienes estarían juntos mientras en la tierra existieran las flores de cempasúchil y los colibríes.
De esta manera es que la flor se utiliza para honrar a quienes mueren, dándoles amor.
En México hay alrededor de 35 especies de flores de cempasúchil y en todo América se estiman 58.
Los estados que cuentan con mejores condiciones para su producción son Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y el Estado de México.
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