
Juan Bautista murió el 29 de agosto por órdenes de Herodes.
La Iglesia Católica recuerda a San Juan Bautista el 29 de agosto, fecha en la que fue asesinado por órdenes de Herodes.
ISREAL.- Juan Bautista es mencionado en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Hasta sus 27 años, su vida es un misterio. Comúnmente, es recordado por bautizar a Jesús de Nazaret.
Según el Evangelio de Lucas, Juan vivió en el desierto hasta el día que se manifestó en Israel. Es descrito como un hombre fuerte que comía langostas, miel silvestre y vestía una piel de camello.
Juan bautizaba en la región del Jordán en Israel para limpiar los pecados de quienes acudían a él. En nombre de Dios, Juan bautizaba a los feligreses que llegaban para expiar sus culpas.
Existen diversas interpretaciones sobre Juan Bautista. Algunos académicos creen que Jesús de Nazaret fue su discípulo. Otros más consideran que algunos de los seguidores de Jesús fueron discípulos de Juan.
Juan no era un niño como todos. Desde pequeño fue elegido por Dios para cumplir una gran misión.
Sin embargo, antes de predicar con la penitencia, Juan Bautista tuvo que hacer penitencia en el desierto para habituarse a la soledad, al ayuno y al silencio.
Lejos del mundo, se está más cerca de Dios. Así vivió Juan durante casi 20 años.
Juan Bautista supo que era momento de preparar el camino para el Mesías. Se reunía a las orillas del Río Jordán ante gente que se aglomeraba y escuchaba su palabra.
Juan no prometía riquezas o fama. Él pedía hacer penitencia porque el reino de los cielos está cercano.
Un día, llegó de Galilea, era Jesús de Nazaret, el verdadero Mesías. Antes de predicar, Jesús se encontró con Juan.
Juan, con la mano temblorosa, tomó el agua y la vertió sobre la cabeza de Jesús. Lo cielos se abrieron y Juan vio al Espíritu Santo bajar como paloma.
Allí, a las orillas del Jordán, Juan Bautista cumplió su misión. Reconoció a Jesucristo como el Mesías.
El 29 de agosto, la Iglesia Católica recuerda el martirio de Juan Bautista. El enviado de Dios murió decapitado por órdenes de Herodías, quien tenía una relación adúltera con Herodes.
En aquel tiempo, Palestina era gobernada por Herodes.
Herodías tenía una relación adúltera con el hermano de Antipas. Juan, quien era severo con quienes persistían en el pecado, fue duro contra esta situación.
Por ello, Juan Bautista fue detenido y encadenado en la prisión. Herodías quería al profeta muerto, pero Herodes no se atrevía debido a la presión social que eso significaría.
Herodías aprovechó un banquete de cumpleaños de Herodes para fraguar un plan con el fin de que asesinaran a Juan Bautista.
En aquella fiesta, Salomé, la hija de Herodías, bailó para Herodes, quien le prometió cumplirle cualquier deseo a la joven.
Una vez terminó el baile, Herodes preguntó a Salomé cuál sería su deseo. A petición de su madre, la joven le pidió a Herodes la cabeza de Juan en una bandeja.