“Un invierno de des­contento se perfila en el horizonte”: António Guterres, ONU

António Guterres, secretario general de la ONU. | Foto: Cortesía.
António Guterres, secretario general de la ONU. | Foto: Cortesía.

A los estragos de la pan­demia, se suma la in­vasión rusa a Ucrania, agrava la escalada de los precios de los alimentos y de la energía.

ESTADOS UNIDOS.- El secretario general de la ONU, António Gu­terres; alertó a los di­rigentes del planeta de la “tormenta perfecta”, en la apertura de la Asamblea General.

La crisis del poder adqui­sitivo se desata, la confianza se desmorona, las desigual­dades se disparan, nuestro planeta arde, la gente sufre, sobre todo los más vulnera­bles” y, a pesar de ello, “es­tamos bloqueados por una disfunción global colosal”, dijo António Guterres, en esta gran cita diplomática anual que se realiza presencialmente por primera vez en dos años per­turbados por la pandemia de Covid-19.

“Estas crisis amenazan al propio futuro de la humani­dad y el destino del planeta”, advirtió antes de vaticinar que “un invierno de des­contento se perfila en el horizonte”.

En su largo discurso lleno de pesimismo sobre el futu­ro del planeta, Guterres re­conoció su impotencia ante las “divisiones políticas que socavan el trabajo del Con­sejo de Seguridad, el derecho internacional, la confianza y la fe de la gente en las insti­tuciones democráticas”. “No podemos seguir así”, alertó.

A los estragos de la pan­demia, se suma la in­vasión rusa a Ucrania; que ha agravado la escalada de los precios de los alimentos y de la energía; provocando la inseguridad alimentaria de millones de personas en el mundo.

“Contrato Norte-Sur”

“No nos resignamos a la frac­tura del mundo”, dijo el pre­sidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso muy aplaudido, en el que instó a todos los dirigentes a recha­zar el “nuevo orden” de di­visión que trata de imponer la Rusia “imperialista” con la guerra de Ucrania.

La situación de nuestro planeta aumenta nuestras exigencias” dijo, deseando una “sacudida colectiva” para “construir un nuevo contrato entre el norte y el sur”.

Esto se hace más urgen­te, después de que la guerra en Ucrania iniciada por el presidente ruso, Vladi­mir Putin. “Todos tenemos un papel que jugar para ponerle fin, ya que todos pagamos el precio”, aseveró.

Se suman voces a António Gu­terres

En la tribuna de la ONU, la mayoría de los países en desarrollo, entre ellos los latinoamericanos; pidieron una salida negociada a la guerra en Ucrania, que ha agravado los estragos de dos años de pandemia.

Criticaron las sanciones impuestas por la comuni­dad internacional a Rusia.

“Estas medidas han daña­do la recuperación econó­mica”, afirmó el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

El jefe de la ONU, António Gu­terres, instó a los países ricos a gravar las ganan­cias inesperadas de las empresas de combus­tibles fósiles y a utilizar ese dinero para ayudar a los países perjudicados por la crisis climática y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía.

Corroboran crímenes de lesa humanidad

Los servicios de inteligencia de Vene­zuela cometen crímenes de lesa humanidad bajo las órdenes de las altas esferas del gobierno para reprimir a la oposición, afirmó ayer la ONU.

Este plan fue orques­tado al más alto nivel político, liderado por el presidente Nicolás Madu­ro (…)”, aseguró en con­ferencia de prensa Marta Valiñas, presidenta de la Misión Internacional In­dependiente de la ONU sobre Venezuela.

Las conclusiones del informe muestran el papel del Servicio Bolivariano de Inteligencia y la Direc­ción de Contrainteligencia Militar (DGCIM) para llevar a cabo estos atropellos.

La misión documentó 122 casos de víctimas que fueron “sometidas a tor­tura, violencia sexual y/u otros tratos crueles, in­humanos o degradantes”; perpetrados por agentes de la DGCIM desde 2014 hasta la actualidad.

“Nos parece muy pre­ocupante, ya que creemos que forma parte de una escalada superior contra las organizaciones de de­rechos humanos y contra quienes hoy denuncian la política de represión del presidente Nicolás Madu­ro”, indicaron voceros de la ONG Provea.