
Autoridades advirtieron a habitantes de California, Nevada y Arizona sobre condiciones peligrosas ante la ola de calor.
ESTADOS UNIDOS.- En los próximos días una gran parte del suroeste de Estados Unidos espera una ola de calor potencialmente mortal. La temperatura podría elevarse hasta los 47 grados centígrados (117 grados fahrenheit).
Autoridades advirtieron a millones de personas en California, Nevada y Arizona sobre condiciones peligrosas durante este fin de semana. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) aconsejó a los residentes mantenerse alejados del sol.
The first significant heatwave is here! The Excessive Heat Warning is in effect for the deserts, set to expire Saturday and Sunday. The Heat Advisory also continues for the Inland Empire, which will expire Saturday. Drink plenty of water and limit outdoor activities! #CAwx pic.twitter.com/slWY2iXoKE
— NWS San Diego (@NWSSanDiego) June 9, 2022
Las áreas interiores y desérticas de California serán calurosas el viernes y el sábado y se espera que la ciudad de Palm Springs alcance los 45 grados centígrados, mientras que Ocotillo Wells podría alcanzar los 47 grados.
“Hemos tenido algunas olas de calor anteriores este año, pero no tan intensas como esta ni tan largas”, dijo el meteorólogo del NWS de San Diego, Alex Tardy.
Una exposición prolongada a altas temperaturas puede resultar extremadamente peligrosa para los humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el calor excesivo estresa el cuerpo y aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Tal vez te interese: Mejoran lluvias la sequía severa en el estado
“Las olas de calor pueden afectar de manera aguda a grandes poblaciones durante períodos cortos de tiempo, a menudo desencadenan emergencias de salud pública y provocan un exceso de mortalidad e impactos socioeconómicos en cascada”, dice la OMS en su sitio web.
Las variaciones de temperatura son parte natural del clima, pero los científicos dicen que el calentamiento global causado por el hombre ha provocado eventos extremos, a veces con consecuencias devastadoras.
Las intensas temperaturas y la peor sequía en un milenio provocaron numerosos incendios. En el pueblo de Lytton, al noreste de Vancouver, en Canadá, las temperaturas alcanzaron los 49.6 grados en los días previos a un incendio destructivo.
Asimismo California, junto con gran parte del oeste de Estados Unidos reportan en alerta máxima por incendios forestales. La escasez de lluvia en los últimos años ha dejado grandes extensiones de campo secas.
Los meteorólogos advierten que este año podría ser sombrío en cuestión del clima.
Seguir leyendo: Polvo del Sahara llega a la Península de Yucatán