Paraliza a la industria mundial la escasez de chips

La demanda de electrónicos durante la pandemia aumentó la escasez. | Foto: Cortesía.
La demanda de electrónicos durante la pandemia aumentó la escasez. | Foto: Cortesía.

Las empresas automotrices son las más afectadas.

Desde finales de 2020, el mundo enfrenta una fuerte crisis por la escasez de semiconductores o microchips.

Entre las industrias mas golpeadas por esta problemática está la automotriz, la de dispositivos médicos y la de las comunicaciones.

Actualmente, la producción de chips está muy concentrada en el este de Asia. Aunque las empresas americanas como Qualcomm o Intel son las que más suenan cuando se habla de microchips: lo cierto es que éstas firmas son las que los desarrollan y venden, pero la fabricación y el ensamblaje se realiza, sobre todo, en Taiwán y Corea del Sur donde la industria del chip está saturada ante el auge repentino de la demanda global.

Las causas

La escasez actual tiene difícil solución a corto plazo, puesto que la inversión en la industria del chip no da sus frutos de un día para otro, porque es una industria muy intensiva en capital (maquinaria), que necesita de una inversión importante para crecer y que requiere de personal cualificado.

Por ejemplo, son necesarios tres meses para cambiar la producción, y entre dos y cuatro años para montar una fábrica.

Además, abrir nuevas instalaciones para crear chips requiere de inversiones millonarias; lo que se convierte en una gran barrera a la entrada de nuevos competidores, y también a la expansión de la oferta. Se calcula que cuestan entre 5 mil y 20 mil millones de dólares, dependiendo de lo puntera que sea su tecnología, sin contar su mantenimiento.

Por otro lado, la demanda se ha incrementado por factores cíclicos (recuperación económica y una mayor demanda de productos electrónicos durante el covid), pero también por factores estructurales, puesto que cada vez un mayor número de productos llevan un microchip.

Los afectados

El sector del automóvil es probablemente el más afectado. Con la pandemia, redujeron sus pedidos de chips debido a la caída de ventas, pero una vez se han recuperado se han encontrado con que los fabricantes habían reasignado sus chips a otras empresas.

Normalmente la capacidad se contrata con seis meses de antelación, por lo que ese error de cálculo puede salirle caro a la industria automovilística.

Según la consultora AlixPartners, este año se dejarán de fabricar en todo el mundo 3,9 millones de vehículos por la carencia de chips, lo que supondrá al sector una merma de 110 mil millones de dólares en ingresos.

Un vehículo hoy en día ya contiene alrededor de un centenar de chips semiconductores avanzados, y el número aumentará”.

Los ganadores

La escasez ha sido una bofetada de realidad para las grandes potencias, ahora plenamente conscientes de lo que está en juego.

Un informe de Boston Consulting calcula que el 40% de la nueva capacidad global de la próxima década se construirá en China, que se ha marcado el objetivo de fabricar desde 2025 al menos el 70% de los chips que necesita. La movilización de recursos de Pekín es alucinante: 150 mil millones de dólares para el llamado Made in China 2025.

Por otro lado, Estados Unidos no quita ojo a las maniobras de su rival asiático.

Washington ha propuesto un plan de 50 mil millones de dólares para contraatacar, y se ha puesto manos a la obra a ofrecer incentivos de inversión para que firmas como el gigante Taiwan Semiconductor Manufacturing construya una planta nueva en su territorio.