Los precios del crudo en máximos de los últimos siete años

La pandemia frenó en seco gran parte de las actividades de la vida diaria que consumen crudo.

En un momento en el que todos los focos están puestos en las subidas del precio del gas natural, normal, ya que al fin y al cabo este alimenta multitud de centrales energéticas y es el combustible fósil predilecto a la hora de calentar los hogares en lo peor del invierno, no debe pasar desapercibido el hecho de que los precios del crudo WTI marcan sus mejores precios desde octubre del 2014, y que el barril de Brent no había visto esta cotización desde por lo menos octubre del 2018, haciendo estas subidas que la viabilidad económica de muchas explotaciones mejore de forma sustancial.

Las razones de la subida

La pandemia frenó en seco gran parte de las actividades de la vida diaria que consumen crudo, el transporte privado sin ir más lejos y con él gran parte de los negocios calificados como no esenciales, lo cual hizo que el precio del petróleo se derrumbase, al fin y al cabo la demanda cayó en picado, pero los pozos de extracción no se pueden apagar como quien desenchufa el televisor, y al no disponer de suficientes instalaciones adecuadas para almacenar el petróleo que se seguía extrayendo sin que nadie quisiera pagar por él y llevárselo llegó un punto en el cual el WTI cotizó en negativo, se pagó porque se lo llevasen porque se estaba convirtiendo en un verdadero problema, y los países preparados para ello se hicieron con unas generosas reservas del oro negro.

Pero el mundo ha despertado del letargo en el que se había visto inducido y el precio de los combustibles fósiles ha vuelto a subir, en parte explicado por la vuelta a una suerte de normalidad pre pandémica, lo que según la ley de la oferta y la demanda debe hacer que los precios suban de la misma forma que hace año y medio hizo que bajasen, pero también existen causas puramente humanas, como la reciente discusión de la OPEP que junto a Rusia han debatido la posibilidad de aumentar la producción para responder a la escalada de los precios de la energía, ya que aunque a priori se pudiera pensar que unos precios más altos de gas y petróleo benefician a los productores, obvio, lo cierto es que en un sistema de economías interconectadas no conviene tensionar demasiado a los países consumidores, los clientes y fuente de prosperidad de los productores.

Suba o baje, la cotización del crudo es una oportunidad

La variación del precio del petróleo Brent o WTI es siempre una posibilidad de invertir; negociando con acciones puede ser el momento de aumentar la exposición si el precio de las mismas cae o de vender parte si el precio es lo suficientemente atractivo, en cambio si se utiliza el trading de CFD se negociará en corto o en largo según las perspectivas sean de caída o de subida, sin olvidar las implicaciones y riesgos de esta operativa como son el apalancamiento y la volatilidad en el corto plazo, y si se invierte con futuros de crudo también se actuará de una u otra forma dependiendo de las expectativas a futuro.

Aunque sea una oportunidad de obtener beneficio, el riesgo siempre está presente para el inversor, del mismo modo que las compañías petrolíferas arriesgan cientos de millones de dólares en estudios y prospecciones tratando de encontrar nuevos y rentables yacimientos, corriendo el riesgo de que esa inversión se pierda por el desagüe, pero con la mira puesta en que termine siendo amortizada y genere pingües beneficios.

A pesar de ello, e imitando a las grandes petroleras, el inversor de petróleo puede diversificar parte de sus operaciones dedicando parte del capital a las energías renovables, ya que el futuro a medio plazo parece encaminado a este tipo de energías, al menos hacia ahí parecen encaminadas todas las iniciativas de organismos como la ONU, en cuya agenda 2030 el objetivo de energía asequible y no renovable ocupa la séptima posición, las comunidades y ciudades sostenibles el número once y la acción por el clima la decimotercera posición. Sólo queda revisar el grado de éxito de la organización presidida por António Guterres en la consecución de anteriores objetivos para decidir cuánto dinero se puede empeñar en esta dirección, si es que se decide invertir algo.