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Volodimir Zelenski, ha dejado claro que no cederá territorios ocupados por Rusia y mantiene la esperanza de una resolución diplomática para 2025.
ESTADOS UNIDOS.- La reciente autorización por parte del presidente estadounidense, Joe Biden, para permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance en el conflicto contra Rusia ha provocado una fuerte reacción de Moscú, que ha advertido sobre el riesgo de una escalada global y la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial.
Esta medida, que intensifica la intervención de Estados Unidos en el conflicto, llega tras los recientes bombardeos rusos a la infraestructura energética de Ucrania, los cuales han causado al menos 11 muertos y graves daños al suministro eléctrico, especialmente en medio de las amenazas del invierno.
Rusia ha calificado la decisión de Biden como un “gran paso” hacia la guerra mundial. En declaraciones a medios rusos, el senador Andrei Dzhabarov afirmó que esta acción podría ser el catalizador de una escalada irreversible.
Moscú ha señalado que el uso de misiles de largo alcance, hasta ahora prohibidos para Ucrania, puede convertir el conflicto en un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, aumentando las probabilidades de una confrontación global.
ÚLTIMAHORA | Vladimir Putin acaba de anunciar que utilizará armas NUCLEARES si se lanza un misil masivo hacia Rusia, o cuando estas armas crucen territorio ruso. ¡La Tercera Guerra Mundial ha llegado!
Biden provocó la Tercera Guerra Mundial. pic.twitter.com/dkdodx5iKH— Reacción Nacional (@RNacional_News) November 18, 2024
La autorización de estos misiles llega en un contexto de creciente tensión. Mientras los bombardeos rusos contra objetivos civiles y energéticos ucranianos continúan, las fuerzas norcoreanas han desplegado tropas en apoyo a Rusia, lo que ha incrementado las tensiones en el frente oriental. Según fuentes ucranianas, alrededor de 11,000 soldados norcoreanos ya estarían combatiendo en territorios estratégicos, lo que complica aún más la situación.
A pesar de las advertencias del Kremlin, la medida ha sido respaldada por países aliados de la OTAN, como Polonia, que considera que la acción envía un mensaje firme a Putin.
Por su parte, la comunidad internacional sigue preocupada por los efectos devastadores del conflicto. El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los ataques rusos a infraestructuras civiles y urgió a evitar nuevas provocaciones que puedan profundizar la crisis.
Mientras tanto, la situación en Ucrania sigue siendo crítica. Más del 50% de la capacidad energética del país se destruyó debido a los ataques rusos, lo que deja a la población civil vulnerable ante el invierno.
En medio de este escenario, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha dejado claro que no cederá territorios ocupados por Rusia y mantiene la esperanza de una resolución diplomática para 2025, aunque las posibilidades de paz parecen cada vez más distantes.
Con la intervención de potencias extranjeras, la presencia de tropas norcoreanas y la constante amenaza de un conflicto a gran escala, la comunidad internacional se encuentra en un punto de quiebre, con el temor de que el conflicto en Ucrania pueda desembocar en una confrontación global mucho más amplia.