Inician campaña contra el bautizo ortodoxo tras la muerte de un bebé

RUMANIA.- Luego de que un bebé de seis semanas falleciera porque tragó agua durante su bautizo en una iglesia ortodoxa de Rumania, se desató un debate sobre este rito.

Se trata de sumergir el cuerpo de un bebé en una pila de agua por tres ocasiones. Mediante una petición online, más de 50 mil personas ya han firmado para que se elimine esta práctica.

El procedimiento fue calificado como absurdo y peligroso por lo que piden que se adopte el estilo católico de mojar simbólicamente la cabeza del niño.

“Sacudidas y brutalidad”

El ciudadano que inició la petición abogó porque “se moje simbólicamente la cabeza del niño con agua de la pila bautismal”, en vez de sumergir todo su cuerpo.

Lo hacen “con sacudidas e incluso brutalidad, como en algunos casos que, aunque son aislados, existen”, señaló.

Esta demanda dirigida a la Iglesia Ortodoxa Rumana, de la que se declaran fieles el 85 por ciento de los rumanos, es apoyada por médicos.

María Stamatin, coordinadora de terapia intensiva de una maternidad de la ciudad de Iasi, en el noreste del país, es una de las trabajadoras de salud que se unió a la petición.

“Existe un riesgo de que los niños aspiren agua en los pulmones. Sobre todo en un niño recién nacido, incluso la mínima cantidad de agua puede provocar un paro cardiorrespiratorio y, si no se interviene rápido, la muerte”, declaró Maria Stamatin.

Ritual de bautizo

Para llevarse a cabo el bautizo de los niños, las recomendaciones son tapar la boca, nariz y oídos con mucho cuidado y así no ingieran agua.

“Debe hacerse con cuidado, no con prisa, no todos los curas saben hacer correctamente esta labor”, agregó un cura del provincia del noreste de Rumania.

El pope ha dicho que nunca debe sumergirse por completo en el agua a un bebé prematuro.

Antecedentes sin resolver

Aunque no es algo común, tampoco es la primera vez que un niño muere en un bautizo ortodoxo en Rumanía.

En 2001 un bebé falleció tras ser sumergido tres veces en la pila bautismal, mucho más profunda en la tradición ortodoxa que en la católica, en una iglesia de la provincia de Iasi.

La investigación descartó que el niño tragara agua y el bebé no tenía problemas de salud. La causa de la muerte aún no ha sido esclarecida.