Exoneran a policías de Nueva York involucrados en la muerte de Daniel Prude

Exoneraron a los policías diciendo que no había pruebas suficientes en su contra. | Foto: Captura de pantalla.
Exoneraron a los policías diciendo que no había pruebas suficientes en su contra. | Foto: Captura de pantalla.

Daniel Prude, un hombre afroamericano, murió luego de ser encapuchado por policías de Nueva York.

NUEVA YORK.- La fiscal general de Nueva York, Letitia James, informó que exoneraron a los policías involucrados en la muerte del afroamericano Daniel Prude, de 41 años.

En marzo del 2020, policías arrestaron a Prude en Rochester, Nueva York, cuando sufría un episodio psicótico; sin embargo, en el proceso lo encapucharon y lo mantuvieron boca abajo, asfixiándolo.

Luego del juicio, la fiscal demostró su pesar debido a que el gran jurado consideró que no había pruebas suficientes para inculpar a los policías involucrados en la muerte de Prude.

Daniel Prude estaba en la agonía de una crisis de salud mental y lo que precisaba era compasión, cuidado y ayuda de profesionales entrenados. Trágicamente, no recibió ninguna de esas cosas”, sostuvo James en un comunicado.

La fiscal también señaló que persisten las inquietudes acerca de la conducta de la policía de Rochester.

Por ello, emitió una serie de recomendaciones sobre cómo deben actuar las autoridades especialmente cuando una persona tiene una crisis de salud mental. La muerte de Prude “podría haberse evitado”, dijo.

A causa de las constantes protestas por la muerte de Prude, el jefe de policía de Rochester renunció en septiembre.

“Se necesitan serias reformas, no solo en el departamento de policía de Rochester, sino en nuestro sistema judicial penal como un todo,” declaró Letitia James.

Así ocurrió la muerte de Daniel Prude

El 23 de marzo, el hermano de Daniel alertó a la policía de que Prude se encontraba desnudo en las calles nevadas porque sufría una crisis psicótica.

Cámaras colocadas en el uniforme de los policías mostraron que Daniel se encontraba desnudo y desarmado.

Los agentes le pidieron que se tirara al piso y cuando obedeció lo esposaron; en ese momento se mostró agitado.

Por lo que los policías le taparon la cabeza con una capucha diseñada para evitar escupitajos o mordiscos de los detenidos.

En ese momento lo obligaron a que tuviera la cabeza boca abajo durante dos minutos.

Después de esto, el joven perdió el conocimiento y a pesar de que los policías trataron de reanimarlo ya no pudieron.

De inmediato lo trasladaron a un hospital donde estuvo durante una semana y luego murió.