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La creciente tensión entre Elon Musk y el presidente Donald Trump ha dado un giro inesperado.
ESTADOS UNIDOS.- Un exasesor cercano de Trump ha solicitado que se inicie una investigación formal sobre el estatus migratorio de Musk, acusándolo de ser un “extranjero ilegal” y pidiendo su deportación. Además, ha instado al gobierno estadounidense a suspender la autorización de seguridad del magnate y a investigar alegaciones sobre su consumo de drogas y un intento de acceder a información clasificada del Pentágono.
El exasesor, quien ha sido una figura clave en el movimiento populista de derecha, expresó en una entrevista con The New York Times su “firme creencia” de que Musk debería ser deportado. Aunque Musk obtuvo la ciudadanía canadiense en su juventud, su llegada a EE. UU. fue mediante una visa de estudiante, algo que el exasesor cuestiona como ilegal.
Además, el exasesor ha insistido en que el gobierno de Trump investigue a Musk por presuntos consumos de drogas, tales como ketamina y hongos psicodélicos, durante su tiempo como asesor no oficial en la Casa Blanca. Musk ha desmentido estas acusaciones, calificándolas de infundadas.
La disputa entre Musk y Trump se originó luego de que el multimillonario criticara públicamente un proyecto de ley clave del presidente, relacionado con los subsidios a los vehículos eléctricos. En respuesta, Trump amenazó con cancelar los contratos gubernamentales de empresas de Musk, lo que causó una caída significativa en el valor de Tesla en la bolsa.
Musk, por su parte, ha lanzado acusaciones contra Trump, sugiriendo que el presidente está vinculado a los archivos del caso Epstein. Este intercambio de acusaciones ha escalado rápidamente, dejando en evidencia una ruptura total entre ambos.
¿Cómo afectará esta disputa a las elecciones de 2024? El enfrentamiento podría tener repercusiones significativas en el panorama político, mientras Musk evalúa la posibilidad de crear un nuevo partido que represente al electorado moderado.