
Foto: Universidad de Barcelona.
Cerca de una de las playas más concurridas de Mallorca, en España. Encontraron un pecio (pedazo o fragmento de la nave que ha naufragado) de nombre Ses Fontanelles.
ESPAÑA.- En el año 2019, un equipo de arqueólogos subacuáticos realizó un hallazgo extraordinario en las profundidades del mar Mediterráneo, un barco romano.
Cerca de una de las playas más concurridas de Mallorca, en España. Encontraron un pecio (pedazo o fragmento de la nave que ha naufragado) de nombre Ses Fontanelles.
Que fue un barco romano de la Antigüedad Tardía cuyo cargamento se encontraba en un estado de conservación excepcional.
Este descubrimiento arroja nueva luz sobre las rutas comerciales de la época y la importancia del comercio en la transición del Imperio Romano a la Edad Media.
El pecio Ses Fontanelles contenía en su interior un valioso conjunto de reliquias arqueológicas datadas en el siglo III d.C.
Entre los objetos recuperados por los arqueólogos se destacan un conjunto de ánforas de la Antigüedad Tardía, selladas con inscripciones que incluyen el crismón.
El crismón es un símbolo cristiano compuesto por las letras griegas “X” (ji) y “P” (rho), utilizadas para representar a Cristo.
Según los expertos, este sello podría indicar que el contenido de las ánforas estaba bajo el control de alguna autoridad eclesiástica o que se trataba de productos de alta calidad.
La presencia de este anagrama confirma la importancia del cristianismo en la sociedad de la época y su influencia en las actividades comerciales.
Los análisis arqueozoológicos y petrográficos han permitido identificar el contenido de las ánforas.
Entre los productos transportados se encontraba la salsa de pescado conocida como liquaminis flos; elaborada con anchoas y sardinas, un condimento muy apreciado en la gastronomía romana.
Además, se hallaron aceites vegetales, conservas de aceitunas y vino; almacenados en distintos tipos de ánforas que contenían inscripciones (tituli picti) con los nombres de los fabricantes y detalles sobre el contenido.
Los estudios también han determinado que el navío partió desde Cartagena, un importante puerto en la costa sureste de España.
Gracias a la combinación de diferentes disciplinas como la petrografía, la arqueozoología y el análisis de residuos orgánicos; se ha podido reconstruir la ruta comercial y el tipo de mercancías que se transportaban en este período histórico.
El excelente estado de conservación del barco ha permitido analizar su estructura con gran detalle.
Se ha determinado que se construyó con una combinación de maderas mediterráneas: pino para la estructura principal y maderas más duras como enebro, olivo y laurel para las clavijas y mortajas.
Además, los arqueólogos han identificado el uso de ramas de vid y otras plantas para proteger la carga durante la travesía.
El casco del navío estaba segmentado en compartimentos mediante mamparos verticales, lo que permitía organizar eficientemente la mercancía en la bodega.
Este diseño estructural fue clave para que el barco se encuentre hasta nuestros días en un estado de conservación excepcional.
El descubrimiento del pecio Ses Fontanelles es considerado por los expertos como uno de los más importantes en el Mediterráneo.
También reveló detalles sobre la influencia del cristianismo en el comercio y la vida cotidiana de la época.
Los investigadores continúan con el estudio del pecio y su cargamento, y se espera que en el futuro se lleve a cabo una excavación completa del sitio.
Este trabajo permitirá profundizar en el conocimiento sobre la construcción naval romana, las rutas comerciales y la importancia económica de la región en la historia del Mediterráneo.