Control de motín en prisión de Perú deja un muerto

LIMA .— El control de una revuelta en una importante cárcel de Lima —cerca de un puerto desde donde se envía al mundo la mayor cantidad de cocaína local— dejó el viernes un reo muerto en el pabellón de presos peligrosos.

 

El jefe de la administración carcelaria, Carlos Vásquez, dijo a la prensa que la operación de control de la cárcel de “El Callao”, a orillas del Pacífico, empezó en la madrugada luego de que más de un centenar de reos peligrosos se amotinaron para evitar el traslado de dos líderes del grupo criminal “Barrio King” hacia una cárcel remota de los Andes.

 

El ingreso de autoridades al interior del pabellón se realizó tras una década de dominio del grupo criminal que desde la cárcel controlaba gran parte del crimen que sucedía en el puerto de El Callao, el principal de Perú, entre ellos la exportación de droga y la extorsión, incluso a obras de la cuestionada constructora brasileña Odebrecht.

 

Vásquez dijo que la decisión de cambiar de cárcel a los líderes criminales provino de informes de inteligencia que indicaban que la banda se estaba reorganizando en la prisión.

 

Cientos de policías ingresaron a esa zona de la prisión y tras controlarla hallaron el cadáver quemado de un reo condenado a 25 años de prisión por narcotráfico y perteneciente a “Barrio King”, banda cuyo poder aumentó en la última década y llegó a dirigir sicarios y amenazar a fiscales que luchaban contra el crimen organizado.

 

A menos de un kilómetro de la prisión intervenida, en otra cárcel de máxima seguridad, el mayor líder de “Barrio King”, Gerson Gálvez, cumple una sentencia de 35 años de prisión por narcotráfico y tiene como vecinos de celda al exasesor presidencial Vladimiro Montesinos y al líder histórico de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.

 

La Defensoría del Pueblo añadió luego que la intervención se contabilizó más de 50 presos con heridas leves. “Diez años este penal no tenía ninguna intervención, era una escuela del delito”, dijo Vásquez a la televisora N.

 

Vasquez, un abogado criminalista, comenzó a dirigir la administración de las cárceles luego que el presidente Pedro Pablo Kuczynski asumiera el poder en julio de 2016.

 

La cárcel de El Callao tiene más de 3.300 reos, pero su capacidad de albergue es para 572 personas, según cifras oficiales.

Imagen Zacatecas – AP