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A partir de que comenzó su carrera como candidata, la política de 59 años repuntó en el gusto de los electores.
ESTADOS UNIDOS.- Cada vez más estadounidenses tienen una opinión positiva de Kamala Harris; la candidata demócrata por la presidencia del país norteamericano que surgió como candidata emergente para el partido oficialista.
El 21 de junio pasado, un mes antes de comenzar su camino a la Casa Blanca, ahora en busca de ser jefa de Estado; la hoy vicepresidenta registraba 53.4 por ciento de opinión desfavorable, contra 36.9 por ciento de aceptación por parte de la ciudadanía estadunidense; según la casa encuestadora FiveThirtyEight.
Cuando el presidente Joe Biden abandonó la nominación tras un pésimo papel en el debate contra Donald Trump y designó a Harris; la vicepresidenta reportaba 37.8% de opinión favorable, contra 52.4% de opinión desfavorable.
No obstante, a partir de que comenzó su carrera como candidata, la política de 59 años repuntó en el gusto de los electores.
Ayer, a cinco días de que se celebró el encuentro televisado que tuvieron los aspirantes a la presidencia; Harris casi logró un empate entre las opiniones negativas y positivas que los votantes de Estados Unidos tienen de ella; registrando 46.5 por ciento de aceptación, contra 47 % de rechazo.
Asimismo, The Washington Post (TWP) realizó un estudio con 25 ciudadanos que compartieron sus opiniones sobre los candidatos antes y después del debate del pasado martes.
Del total de los encuestados por TWP, 23 afirmaron que Harris triunfó en el debate contra Donald Trump y sólo dos se decantaron por el republicano; sin embargo, la opinión fue más dividida sobre cómo los candidatos abordaron los temas sobre economía.
Además, entre nueve votantes que se inclinaron por Trump, ninguno afirmó que su voto fuese inamovible. Los partidarios de Kamala expresaron un apoyo más decidido tras el debate.
En una de sus declaraciones durante la campaña, Harris afirmó:
“Sin importar el color de las personas o el idioma que habla su abuela; todos tenemos los mismos sueños y aspiraciones y queremos un presidente que invierta en nosotros, no en el odio y la división”.