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La incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial sigue influyendo en las decisiones de inversión y en las perspectivas económicas del país.
Los bancos de inversión estadounidenses están mostrando una creciente preocupación por la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, advirtiendo que podría llevar a una reducción significativa en las inversiones en México si se aprueba.
Morgan Stanley, uno de los principales bancos de inversión a nivel global, ha comunicado a sus clientes que reducirá su participación en acciones de empresas mexicanas debido a la propuesta de reforma judicial.
En un informe reciente, Morgan Stanley expresó su decisión de ajustar a la baja la ponderación de instrumentos mexicanos en su portafolio de inversión, argumentando que la reforma al Poder Judicial incrementará las primas de riesgo y podría limitar el gasto de capital en el país.
El banco considera que la transformación del sistema judicial podría añadir incertidumbre económica y afectar la estabilidad financiera, lo que podría llevar a una disminución de la inversión extranjera en México.
Por otro lado, Citibanamex, una filial del estadounidense Citi, ha señalado que el mercado financiero mexicano podría estar subestimando el impacto de la reforma judicial.
Según el análisis del banco, el mercado no ha descontado adecuadamente las implicaciones de una posible mayoría calificada de Morena en el Congreso y sus consecuencias para el entorno de inversión.
Citibanamex alerta que la reforma podría tener efectos negativos significativos tanto a nivel político como económico, que el mercado aún no ha reflejado.
Además, Alejandro Saldaña Brito, economista en jefe de Ve por Más (Bx+), ha ajustado sus perspectivas de inversión, destacando un posible deterioro en la confianza institucional y condiciones financieras más restrictivas.
Saldaña Brito advierte que la reforma podría llevar a una mayor concentración de poder en el Ejecutivo y afectar la flexibilidad fiscal y el estado de derecho, lo que podría limitar la iniciativa privada y restar dinamismo a la inversión en México.
La incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial mexicano sigue influyendo en las decisiones de inversión y en las perspectivas económicas del país.