Problemas municipales

El primero año de las administraciones municipales se ha cumplido, el pasado fin de semana se realizaron los informes de labores respectivos, en los cuales y a lo largo de este tiempo ha quedado claro la forma de trabajo de los nuevos ayuntamientos.

Dentro del pacto federal, son precisamente los municipios los que expresan el mejor ejemplo del federalismo, la cohesión y al mismo tiempo la independencia de estados y municipios dan sentido a los diferentes niveles de gobierno, la asignación de responsabilidades gubernativas y la diferente atención de los servicios que demanda la sociedad.

Sin embargo, ante las nuevas políticas anunciadas y algunas de ellas ya implementadas por el gobierno federal, que además se reafirman con la presentación del proyecto de presupuesto para el 2020 se demuestra en los hechos un intento de debilitar el federalismo, pues el alto nivel de centralización, tanto del presupuesto como de las funciones gubernamentales, llevan no solo a los estados, sino principalmente a los municipios, a una condición de un incertidumbre y vulnerabilidad ante los tareas y retos que enfrentan hacía con la ciudadanía.

El contexto político y económico actual no permitirá atender de manera eficiente el grave problema de falta de desarrollo económico que sufre gran parte de los municipios zacatecanos; además de ellos es necesario reconocer que existe un atraso estructural dentro de los gobiernos municipales, que junto a un déficit generalizado y deudas públicas que atentan contra la viabilidad de los propios ayuntamientos, quienes ante la improvisación y la simulación difícilmente podrán salir adelante.

Aún con este difícil panorama, también es necesario reconocer el trabajo y esfuerzo que realizan los alcaldes de algunos municipios, donde a pesar de problemas presupuestales se ha logrado cumplir con los servicios correspondientes a un ayuntamiento. El caso del ayuntamiento de la capital zacatecana, da muestras de un esfuerzo que ha logrado impactar de manera positiva en la percepción ciudadana.

Pero lamentablemente problemas políticos al interior del ayuntamiento, en particular en el cabildo de la capital, ha dejado entrever una serie de intereses personales y partidistas que de igual manera atentan contra la viabilidad de la administración municipal.

El conflicto político que mantienen un grupo de regidores, la síndico y el alcalde, ha evidenciado la intención de sobreponer los intereses partidistas, grupales e individuales sobre el interés colectivo, el bienestar social y la vida institucional de nuestro municipio. Este tipo de acciones no solo debilitan al alcalde como representante del gobierno municipal sino al ayuntamiento, pues atentan contra la posibilidad de generar condiciones propicias que permitan participar y exigir de mejor manera el presupuesto público federal, que por cierto es la principal fuente de ingresos de los municipios.

Hoy la exigencia social requiere que las diferencias políticas e ideológicas dejen de anteponerse a la posibilidad de generar mejores condiciones de gobernabilidad y alternativas de solución, ante los retos que supone la nueva política pública pero sobre todo que permita atender los permanentes problemas de deficientes servicios públicos que siguen aquejando al a ciudadanía.

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